Tras el hackeo a Coincheck, proclamado como el mayor de la historia de Internet, Japón se propuso dar un giro de 180 grados para mejorar la seguridad en sus exchanges de criptomonedas.
El 26 de febrero de 2018 fue un día negro para el sector de las criptomonedas en Japón. Ese día se produjo el mayor hackeo de la historia del mercado, en el que fueron sustraídos 530.000.000$ en criptomonedas del exchange Coincheck.
Desde esa fecha, la regulación del sector pasó a ser una prioridad para el país nipón. A partir del ataque, se han creado órganos y normativas específicas para mejorar la seguridad de estas plataformas.