La apertura de las compuertas de la Reserva Federal a la expansión cuantitativa ilimitada, junto con un paquete de estímulo de 6 billones de dólares, es un acontecimiento sin precedentes. Es la intervención más dura de la Reserva Federal hasta la fecha. Para muchos defensores de las criptomonedas, es un grito de guerra en medio de una política monetaria intervencionista que recuerda el entorno de 2008 que llevó a la publicación del White Paper de Bitcoin (BTC) por su fundador anónimo.
El gigantesco paquete de estímulo equivale a aproximadamente el 28% del PIB de los Estados Unidos en 2019, que llega mientras los mercados de crédito están en flujo y los rendimientos de los bonos tienden a cero. Como el descenso más pronunciado en la historia de los Estados Unidos, la actual conmoción del mercado en el S&P 500 puede ser sólo un subproducto de la eliminación de las posiciones apalancadas de los principales gestores de activos, como los fondos de paridad de riesgo y los fondos basados en normas.
El impacto negativo del COVID-19 en la economía real todavía se vislumbra en el horizonte. Las tasas de desempleo están aumentando tan rápidamente que el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos ha pedido a los estados que pospongan la publicación de sus cifras para atenuar el sentimiento negativo del mercado.