La euforia de los tokens no fungibles (NFT) alcanzó sus proverbiales máximos históricos en las horas previas a la calamitosa guerra del gas de la venta de terrenos en el metaverso Otherside.
Sin embargo, según la mayoría de los informes fiables, tras casi un año de frenético crecimiento exponencial, especulación desenfrenada y protagonismo cultural, el mercado necesitaba desde hace tiempo un respiro, un paréntesis en el drama de la acuñación. Ahora se ha calmado y ha entrado oficialmente en su ciclo bajista inaugural.
Los datos estadísticos de OpenSea reflejan una triste evaluación de la suerte financiera del mercado, ya que los precios mínimos de algunas colecciones muy populares se han reducido a más de la mitad desde los máximos.