Hubo un tiempo en que todas las criptomonedas cotizaban contra Bitcoin (BTC). Los especuladores se aventuraban en otras monedas cuando veían tokenomía asegurada o un hype prometedor, pero Bitcoin era su moneda de liquidación preferida.
Las cosas han cambiado. Las stablecoins constituyen ahora un pilar crítico de USD 150,000 millones en el mercado de las criptomonedas. Los futuros perpetuos amplifican en exceso el sentimiento del mercado y, la mayoría de las veces, dominan la acción de los precios. Últimamente ha entrado en el mercado mucho más capital, incluso de fondos institucionales, con un impacto sólo moderado en el precio de Bitcoin. Por ello, algunos antiguos alcistas ahora descartan el Bitcoin por considerarlo aburrido.
¿Es este el fin del maximalismo de Bitcoin? Probablemente no. Pero, quizás, es el momento de ser más realistas.