Madrid, 14 ago (.).- La desaceleración de los precios de la alimentación y, en menor medida, de los servicios moderaron la evolución de la inflación de julio hasta el 2,2 % interanual, un avance una décima inferior al registrado en junio.
El índice de precios de consumo (IPC) suma así 23 meses consecutivos en positivo, aunque con cierta moderación después de que la subida de precios se acelerarse en mayo (al 2 %, 9 décimas más) y junio (al 2,3 %, 2 décimas más), de acuerdo a los datos publicados hoy por el INE.
Entre los factores que han frenado la inflación destaca que el encarecimiento de la alimentación, del 1,9 %, ha sido seis décimas inferior al de junio, debido principalmente a que la no elaborada aumentó su precio un 4 %, un punto y medio menos, por las legumbres y hortalizas frescas, según explica el Ministerio de Economía.
También se desacelera el precio de la alimentación elaborada, bebidas y tabaco, que sube un 0,8 %, dos décimas menos, principalmente por el menor encarecimiento del aceite de oliva, que aun así se sitúa en el 7,2 %.
La inflación de los servicios alcanza el 1,5 %, una décima menos, ante la caída del 2,4 % de los precios de los paquetes turísticos.
El transporte también influyó a la baja ya que su variación anual, del 5,9 %, fue dos décimas inferior a la de junio por el descenso del precio del transporte aéreo de pasajeros y de los carburantes y lubricantes.
En cambio, la tasa de la vivienda se incrementó en más de un punto, hasta el 3,7 %, por el encarecimiento de la electricidad, el gas y, en menor medida, el gasóleo por calefacción, que había bajado el pasado año.
En ese sentido, Economía destaca que la aceleración de los precios de la electricidad (8,1 %) y el gas (1,4 %) impulsaron la inflación de los productos energéticos hasta el 11,2 %, 1,3 puntos más.
La subida del precio de hoteles, cafés y restaurantes, del 2 %, fue tres décimas superior a la de junio, por el impacto de los servicios de alojamiento.
Así, una vez eliminados los elementos más volátiles de la cesta de la compra (energía y alimentos frescos), la inflación subyacente se moderó hasta el 0,9 %, una décima menos, con lo que continúa más de un punto por debajo del IPC general.
En julio subieron los precios en todas las comunidades autónomas, especialmente en Castilla-La Mancha (2,6 %), Cantabria (2,5 %) y Aragón (2,4 %), mientras que los menores repuntes se registraron en Ceuta (1,3 %) y Canarias (1,6 %).
En cuanto a la evolución mensual, el IPC bajó un 0,7 %, principalmente por la caída de los precios del vestido y el calzado (del 12,6 %), debido a las rebajas de verano, y de los alimentos y bebidas no alcohólicas, del 0,7 %, por la fruta.
También bajó el precio del menaje -en un 0,8 %, por el abaratamiento de los textiles para el hogar y los muebles- y del transporte -en un 0,2 %, por los carburantes y lubricantes-.
Por el contrario, tuvieron influencia positiva en el IPC el ocio y la cultura, cuyos precios subieron un 1,6 % por los paquetes turísticos; la vivienda, en un 0,9 % por la electricidad y el gas; y los hoteles, cafés y restaurantes, en un 0,6 % por alojamientos y restauración.
Tras conocerse estos datos, CCOO, UGT y USO han denunciado que el alza de los precios no va acorde a la subida de los salarios, lo que repercute en una pérdida de poder adquisitivo, por lo que han reclamado mejoras retributivas para los trabajadores.
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