Seúl, 3 jun (EFE).- La Bolsa de Seúl cerró la jornada de hoy en negativo, una caída que los analistas atribuyeron a la desconfianza de los inversores por las incertidumbres relacionadas con las políticas de flexibilización monetaria en EEUU y Japón.
El índice referencial Kospi perdió 11,48 puntos, el 0,57 por ciento, hasta 1.989,57 unidades, en una sesión en la que se movieron 3.200 millones de dólares, mientras el tecnológico Kosdaq se contrajo 8,46 puntos, el 1,46 por ciento, hasta los 569,41 enteros.
Expertos surcoreanos creen que los inversores se mostraron cautelosos ante la necesidad de reafirmar las políticas de flexibilización monetaria en Japón y EEUU, a pesar de que las medidas en Tokio hayan llevado al yen a perder una quinta parte de su valor en un año, algo perjudicial para la divisa surcoreana.
Un yen débil eleva la competitividad de los productos japoneses en el mercado internacional y perjudica, por tanto, a las empresas exportadoras surcoreanas, que compiten con las niponas en varios sectores como tecnología o automóviles.
En el sector de la tecnología, la multinacional Samsung Electronics, valor de referencia del mercado bursátil local, cerró un 0,39 por ciento a la baja.
Destacó el retroceso del fabricante de maquinaria pesada Doosan Heavy Industries, cuyas acciones se depreciaron un 3,08 por ciento.
Entre las firmas de valores también hubo pérdidas, como en el caso de la empresa local Mirae Asset, que finalizó la jornada un 2,42 por ciento en negativo.
Sin embargo, el mayor desplome de hoy lo protagonizó el conglomerado empresarial STX Group, cuyos títulos se hundieron un 15 por ciento, el límite diario en el Kospi, tras revelarse que su principal banco acreedor se va a desprender de las acciones del grupo.
Entre los escasos ganadores de hoy se contó el principal fabricante de automóviles del país, Hyundai Motor, que subió 0,94 por ciento.
La moneda local ganó 1,7 unidades frente al dólar, que se intercambiaba en 1.128 wones al cierre de la sesión. EFE