Berlín, 5 jul (EFE).- El titular de Asuntos Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, advirtió de las consecuencias negativas de un "grexit" para la imagen y la credibilidad de la Unión Europea (UE), de la que dijo que está pasando una "dura prueba".
Aunque la UE fuera capaz de sobrellevar la salida del Grecia del euro en materia de política fiscal y monetaria, "un 'grexit' lanzaría un mensaje devastador" de cara a terceros países, afirmó el ministro en una entrevista que publica hoy la edición dominical del diario "Tagesspiegel".
Según Steinmeier, "China, India y Estados Unidos observan de cerca si la UE es capaz de superar esta crisis o si fracasa ante el desafío, y en este último caso, "Europa vería afectada su imagen en ciertas partes del mundo y perdería credibilidad".
Las principales víctimas serían en primer lugar los griegos, reconoció, "pero no cabe duda que las consecuencias para Europa y para la autoestima europea se harán notar si no se consigue solucionar la crisis".
El ministro subrayó el derecho del Gobierno griego de convocar un referéndum, pero dijo no ver qué puede aportar este paso "a estas alturas y en este contexto", al tiempo que evitó especular sobre las consecuencias de un rechazo a la propuesta de las instituciones acreedoras -Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Central Europeo (BCE) y Comisión Europea (CE)-.
En todo caso, precisó, "incluso con un claro 'no' por parte de los griegos, Grecia continuará siendo miembro de la UE el lunes", aunque ese resultado no pondrá las cosas más fáciles para llegar a un compromiso, sino al contrario, dijo.
Además, Steinmeier criticó al Gobierno griego, del que dijo que ha llevado las conversaciones a un callejón sin salida como consecuencia de "una mezcla de inexperiencia, ideología y retórica radical", sin tener en cuenta lo que supone este rumbo emprendido por Atenas para los propios griegos.
Lo que importa ahora, agregó, es "mantener la puerta abierta" a negociaciones efectivas y que Grecia busque junto a la UE "un camino para salir de la miseria que no supere las capacidades de Europa y de los miembros de la eurozona".
El ministro no quiso hablar de crisis existencial, pero dijo no conocer a nadie que no se haya dado cuenta al menos de que Europa se encuentra ante una "situación extraordinaria".
"Durante décadas todo se daba tan por sentado en Europa y ahora muchos de los logros que hemos construido de forma tan laboriosa están siendo sometidos a una dura prueba", señaló el ministro, quien habló de "fuerzas centrífugas" que sacuden los "fundamentos" de Europa.
En este sentido, Steinmeier aludió no sólo a la crisis griega, sino también a las desavenencias en materia de política migratoria y a las relaciones con Reino Unido.
Señaló que no aporta nada minimizar la situación con la ya conocida formulación estándar de que "Europa ha salido fortalecida de cada crisis".
"Con eso no ganamos confianza para Europa. Tenemos que ser sinceros a la hora de decir cuáles son los puntos fuertes de Europa sin ignorar al mismo tiempo los déficit", declaró.
En caso contrario, "le cedemos el terreno a los populistas de izquierdas y de derechas, que directamente machacan del todo el proyecto de paz europeo y pretenden venderlo como progreso", dijo.