Bruselas, 26 ene (EFE).- Los representantes de los trabajadores
de General Motors (GM) en Europa, reunidos hoy en Amberes (Bélgica),
acordaron negarse a aceptar los recortes salariales por valor de 265
millones de euros anuales que la compañía espera lograr dentro del
plan de saneamiento para sus factorías europeas.
El encuentro del Foro Europeo de Trabajadores de GM Europa, a la
que asistió una delegación de empleados de la fábrica de Figueruelas
(noreste de España), también descartó convocar un paro a nivel
europeo hasta que GM detalle sus planes para el Viejo Continente en
una reunión que se celebrará el próximo lunes en Rüsselsheim
(Alemania).
"No descartamos ningún tipo de acción y la huelga está entre
ellas. Pero estamos convencidos de que la negativa a negociar los
ahorros tiene más capacidad de persuasión", explicó a EFE el
representante de CCOO, José María Fernando, que asistió a la
convocatoria en Amberes.
"GM pide la ayuda de los empleados y no vamos a dársela" de esta
forma, insistió Fernando.
El portavoz del sindicato belga CSC, Luc Van Grinsven, coincidió
con su colega español en unas declaraciones telefónicas hechas a la
salida del encuentro, que se alargó durante unas dos horas: "No creo
que sea el mejor momento para ir a la huelga", dijo.
El presidente del comité de empresa europeo, Klaus Franz, destacó
que se necesitan 500 millones de euros para desmantelar la fábrica
de Amberes, cuyo cierre fue anunciado la semana pasada por la cúpula
de GM, y descartó que los trabajadores contribuyan con su esfuerzo
económico a financiarlo.
Fernando también se pronunció sobre las declaraciones efectuadas
hoy en Alemania por el consejero delegado de Opel, Nick Reilly,
quien aseguró que el plan de reestructuración está listo y confió en
lograr un acuerdo con los sindicatos en "las próximas dos o tres
semanas".
La empresa espera que, entre otras cosas, los trabajadores
participen en el plan de saneamiento con la mencionada renuncia
salarial de 265 millones de euros anuales en el próximo lustro.
"Me ha parecido muy sorprendente que logre tener cerrado el
acuerdo en pocas semanas. Hay que ser muy optimista al decir eso
porque, a no ser que la empresa se retracte del cierre de la planta,
estamos muy lejos de llegar a un acuerdo", dijo Fernando.
Además del apoyo sindical, Opel necesitará también el visto bueno
de los gobiernos europeos que acogen factorías de la filial de GM
para sacar adelante su plan de saneamiento.
Opel ha solicitado ayudas estatales para la reestructuración de
la empresa por un monto de 2.700 millones de euros.
El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durão
Barroso, afirmó el pasado viernes en Bruselas que sigue "de cerca"
la situación de GM Europa y que "se asegurará" de que el gigante
automovilístico no reciba ninguna ayuda pública irregular para su
viabilidad futura. EFE