Bruselas, 28 nov (.).- La Comisión Europea (CE) afirmó hoy que el Banco Central Europeo (BCE) respetará su mandato al dictar las guías para que los bancos europeos hagan provisiones frente a créditos improductivos, después de que los servicios legales de la Eurocámara y el Consejo Europeo hayan considerado que se excede.
El BCE, que supervisa a unos 130 bancos europeos, abrió el 4 de octubre una consulta pública sobre un apéndice a su Guía sobre préstamos dudosos, en el que propone que a partir de 2018 los bancos tengan que hacer provisiones para todos los nuevos créditos improductivos no garantizados en dos años a partir de que sean calificados como tal.
Plantea también que para los créditos garantizados el plazo será de siete años como máximo, al tiempo que fija expectativas sobre el nivel mínimo de provisiones que deberían hacer las entidades para préstamos nuevos.
El servicio jurídico del Parlamento Europeo emitió el 8 de noviembre una opinión en la que consideraba que el BCE no tenía competencias para aprobar este apéndice, puesto que incluía expectativas cuantitativas sobre el nivel de provisiones y establecía normas legalmente vinculantes para las entidades supervisadas.
En la misma línea, el servicio legal del Consejo Europeo emitió una opinión considerando que el BCE no tenía mandato para ello, confirmaron fuentes europeas.
Sin embargo, la Comisión Europea confía en que la decisión que tome el Mecanismo Único de Supervisión -el supervisor único de la eurozona integrado en el BCE- tras la consulta pública "estará dentro de sus competencias", según dijo la portavoz comunitaria Vanessa Mock.
"Una vez que termine la consulta, confiamos en que cualquier acción del Mecanismo Único de Supervisión la tendrá en cuenta y se tomará en función de las respuestas que recibirá durante la consulta", afirmó la portavoz.
La Comisión, por su parte, no ha pedido "en este momento" una opinión al respecto a sus servicios legales, dijo.
La portavoz comunitaria recordó que la Comisión Europea ya trabaja conforme a un plan de acción acordado en junio con los Estados miembros para abordar el problema de los préstamos improductivos, un legado de la crisis que representa casi un billón de euros en los balances de las entidades europeas.
La presidenta del Mecanismo Único de Supervisión, Danièle Nouy, dijo en una comparecencia ante la Eurocámara que a la vista de las críticas podrían considerar retrasar la entrada en vigor de las medidas y mejorar la redacción de las mismas.
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