Investing.com - El crecimiento de la economía de México durante el 2023 ha sorprendido positivamente. De acuerdo con las estimaciones oportunas dadas a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Producto Interno Bruto (PIB) habría registrado un avance anualizado de 3.3 % en el periodo de julio a septiembre, por encima del 3.2% previsto por el consenso. Esto lleva a que en los primeros nueve meses del año, la economía presente una expansión de 3.5%.
“Es un crecimiento buenísimo, estamos viendo una aceleración y hasta el tercer trimestre, el crecimiento es de 3.5% anual, y creemos que más o menos ahí cerrará el año, inclusive está por encima de lo que la misma Secretaría de Hacienda había contemplado”, reconoció Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico y Financiero en Grupo Financiero Base.
De concretarse los pronósticos, el PIB de México avanzaría este año por encima de lo que actualmente esperan los analistas consultados en la Encuesta Citibanamex de Expectativas, quienes sostienen una proyección de 3.3%.
Pero en medio del optimismo, la experta ha hecho una advertencia: este nivel de crecimiento no es sostenible. Esto se reflejará en que el próximo gobierno herede una recesión, la cual se espera en 2025, debido a la falta de un motor interno que impulse el crecimiento más allá de las acciones del gobierno para construir obras públicas y transferir ayudas monetarias a las personas.
“Creemos que este año va a terminar en 3.5%, que es un crecimiento buenísimo; para el siguiente año creemos que también tendremos un muy buen crecimiento de 2.5 a 3.0%, y en el 2025 creemos que habrá una leve recesión con dos caídas trimestrales en el PIB, iniciando en 2T, con un crecimiento todo el año entre 0.8 y 1%”, pronosticó durante una conferencia de prensa sobre Expectativas Económicas.
De acuerdo con Gabriela Siller Pagaza, las razones por las que el ritmo de crecimiento visto hasta ahora será insostenible parten de que la mayor parte del dinamismo durante el año ha sido consecuencia del crecimiento en el consumo y la inversión fija bruta, que en el tercer trimestre alcanzaron máximos históricos.
Pero detalló que el aumento en la masa salarial, las remesas y las transferencias que el gobierno proporciona a varios grupos de la población (es decir, las ayudas sociales) explican buena parte del crecimiento en el consumo, mientras que la inversión fija bruta ha alcanzado máximos históricos debido al nearshoring y a la construcción de las grandes obras de públicas, tales como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Con esto, la especialista proyectó que en 2024 seguirá el crecimiento en el sector construcción no residencial y en la inversión fija bruta, con nuevos máximos históricos, pero en 2025 se observarán desplomes en estos rubros al no haber espacio fiscal para nuevas obras.
“Estos crecimientos no son sostenibles en el largo plazo, sobre todo porque el gobierno está apoyando con transferencias que generan presión sobre las finanzas públicas, y está construyendo grandes obras de infraestructura pero dado el endeudamiento que se contempla para el 2024, dejará sin espacio en la siguiente administración para grandes obras de infraestructura, por lo que puede llevar a desplomes en la inversión fija bruta, en la construcción y llevar a una recesión en México”, abundó.
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¿Cuáles son los grandes riesgos para la economía de México?
En un análisis sobre la economía de México, la analista de Grupo Financiero Base enumera una serie de riesgos para la economía mexicana destacan:
1. Alto déficit presupuestario para 2024, que presionará al alza a la inflación, obligará a mantener la tasa de interés en un nivel alto por más tiempo y podría propiciar cambios de estable a negativa en la calificación crediticia de la deuda soberana de México.
2. Nuevos choques de oferta que generen presiones inflacionarias.
3. Panel del maíz en el marco del TMEC, que podría fallar en contra de México, imponiendo sanciones comerciales.
4. Posibilidad de panel en materia de energía en contra de México, en el marco del TMEC.
5. Incertidumbre respecto a la política económica interna.
6. Deterioro de la gobernabilidad.
7. Mayor debilitamiento de las instituciones.
8. Elecciones en México con la posibilidad de que la presidencia y la mayoría del Congreso queden en las manos de un solo partido.
9. Volatilidad del tipo de cambio.
10. Posibilidad de falta de infraestructura de energía eléctrica y agua, que frene el crecimiento de la inversión fija.
11. Posibilidad de desaceleración económica en Estados Unidos a finales del 2024.
12. Elecciones en Estados Unidos por la posibilidad de políticas que incentiven el regreso de empresas a ese país, lo que frenaría la llegada de inversión fija a México por nearshoring.