Madrid, 10 may (.).- El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha pedido este martes prudencia a las entidades financieras ya que la guerra en Ucrania deteriora las perspectivas económicas, eleva la inflación y todo ello intensifica la probabilidad de los riesgos latentes del sector.
Durante su intervención en el 17 Encuentro del Sector Banca organizada por el IESE y la consultora EY, Hernández de Cos insistió en las principales ideas del último informe de estabilidad financiera de la institución, aunque argumentó que las entidades afrontan las nuevas perturbaciones en una situación mejor.
El sector bancario español, ha recordado, mostró "una elevada capacidad de resistencia" ante la pandemia, manteniendo el crédito de forma moderada y sus niveles de solvencia, además de que ha recuperado la rentabilidad a niveles previos al estallido de la crisis de la covid.
No obstante, pese a esta "evolución favorable" del sector, Hernández de Cos ha hecho hincapié en que persisten riesgos de crédito latentes, asociados, en particular, a la mayor proporción de préstamos en vigilancia especial, concentrados en los sectores de actividad más afectados por la crisis sanitaria.
En el último informe de estabilidad financiera, el Banco de España pedía a las entidades que no liberen las provisiones dotadas a lo largo de la pandemia ante la incertidumbre sobre la evolución de la morosidad, pues advertía de que el sector tiene un volumen de préstamos de 94.000 millones de euros en riesgo de impago, un 14 % más.
A finales de 2021, las entidades españolas tenían ese montante en "vigilancia especial", esto quiere decir que muestran una mayor probabilidad de convertirse en morosos que el resto de créditos que están al corriente de pago. De esos 94.000 millones, más de 61.000 millones eran préstamos a empresas y algo más de 31.400 millones, créditos concedidos a familias.
Por eso, aunque las exposiciones crediticias directas a Rusia de la banca española son "muy reducidas", el gobernador advierte de que el deterioro de las perspectivas económicas y el incremento adicional de la inflación podrían intensificar la probabilidad de materialización y el impacto en el sector de los riesgos latentes.
En esta coyuntura, ha recordado, el Banco de España ha llevado a cabo unos ejercicios de estrés en distintos escenarios económicos, con subidas de los precios de la energía y ha llegado a la conclusión de que tendrían un impacto más severo en los grupos más vulnerables por su endeudamiento o dependencia energética.
Además, las pruebas de resistencia al sector bancario muestran un cierto grado de consumo de capital ante escenarios más extremos, y el mantenimiento de una capacidad de resistencia agregada adecuada, si bien, matiza el gobernador, es heterogénea por entidades.
En cualquier caso, Hernández de Cos ha considerado que los retos de corto y medio plazo no deben hacer que el sector se olvide de la necesidad de abordar los desafíos estructurales que ya existían antes de la irrupción de la pandemia y de la invasión rusa de Ucrania.
Y, en concreto, ha señalado el ajuste de la capacidad y la creciente competencia de empresas tecnológicas, así como los potenciales efectos negativos asociados a los riesgos climáticos.