Fráncfort (Alemania), 4 jul (.).- El Banco Central Europeo (BCE) va a encarecer la financiación a las empresas que emitan más carbono y les va incentivar para que reduzcan esas emisiones, según ha informado al anunciar este lunes de que va "incorporar el cambio climático en sus operaciones de política monetaria".
Desde este año va a tener en cuenta las emisiones de carbono de las empresas en las compras de bonos corporativos de sus programas de compra de deuda y en las operaciones de refinanciación.
Asimismo, el BCE va a exigir a las empresas que den más información de sus emisiones y que gestionen mejor los riesgos relacionados con el clima.
Con estas medidas el BCE quiere "reducir el riesgo financiero relacionado con el cambio climático en el balance del Eurosistema, incentivar la transparencia y apoyar la transición verde de la economía".
"Con estas decisiones llevamos nuestro compromiso con la lucha contra el cambio climático a acción real", dijo la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
"Dentro de nuestro mandato damos pasos más concretos para incorporar el cambio climático en nuestras operaciones de política monetaria", según Lagarde.
El BCE va a alinear sus actividades con los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, que establece una neutralidad en las emisiones de carbono en 2025.
Hace un año, al revisar su estrategia de política monetaria, el BCE ya dijo que "el cambio climático y la transición hacia una economía baja en carbono afectan al valor y al perfil de riesgo de los activos" que mantiene en su balance, lo que podría dar lugar a una acumulación no deseada de riesgos financieros relacionados con el clima.
Por ello BCE y los bancos centrales nacionales quieren descarbonizar gradualmente sus tenencias de bonos corporativos en línea con el Acuerdo de París y para ello van a reducir de su balance los bonos de empresas que emiten más carbono.
El BCE reinvertirá a partir de octubre los bonos adquiridos que vencen los próximos años de empresas que tienen menos emisiones de gases con efecto invernadero, unos objetivos más ambiciosos de reducción de emisiones y que dan mejor información sobre sus riesgos por el clima.
La miembro del comité ejecutivo del BCE Isabel Schnabel dijo en rueda de prensa que la cartera de bonos corporativos del BCE tiene un valor de 350.000 millones de euros, un 10 % de esta cantidad se reinvierte, por lo que se trata de unos 30.000 millones de euros de reinversiones anuales.
El BCE aumentará en su balance la proporción de bonos de empresas que emiten menos y se comprometan más en la lucha contra el cambio climático.
El BCE no quiere excluir a ninguna empresa, sino que quiere que las que son menos verdes realicen su transición y les dará incentivos.
De este modo, se establecerá una nueva tasa de referencia para las empresas de emisiones bajas. Hasta ahora se establece la tasa de referencia que hay en el mercado.
Además, el BCE va a publicar información sobre el clima de su cartera de bonos corporativos, regularmente a partir del primer trimestre de 2023, pero no va a dar datos de empresas concretas, nunca lo ha hecho.
De todas formas, el BCE hace hincapié en que "el volumen de compras de bonos corporativos continuará determinado solamente por consideraciones de política monetaria y su importancia en el logro del objetivo de inflación".
El BCE también reduce la proporción de deuda emitida por empresas con elevadas emisiones de carbono que los bancos pueden presentar como garantía en las operaciones de refinanciación.
De este modo, el BCE quiere reducir los riesgos relacionados con el clima en sus operaciones de crédito.
En un primer momento, antes de finales de 2024, el BCE va a aplicar esos límites a instrumentos de deuda negociables en el mercado emitidos por empresas no financieras siempre y cuando se den las "condiciones técnicas necesarias".
Posteriormente podría añadir esos límites a nuevas clases de activos.
Asimismo, el BCE tendrá en cuenta ya este año los riesgos por el cambio climático al revisar el recorte de valor que aplica a los bonos corporativos que los bancos usan como garantía.
El BCE aplica recortes al valor de la garantía dependiendo de su riesgo pero insiste en que se mantendrán garantías amplias para permitir que la política monetaria se implementa efectivamente.
A partir de 2026 el BCE sólo aceptará como garantía activos y reclamos de créditos de empresas y deudores que cumplan la directiva sobre información empresarial sostenible.
Como la implementación de la directiva se ha pospuesto, el BCE aplicará este criterio a partir de 2026.
La directiva no afecta a muchos activos que se pueden usar como garantía en las operaciones de crédito del BCE, como los bonos de titulización de activos y los bonos garantizados.
Además, el BCE "insta a las agencias de calificación de riesgo a ser más transparentes sobre cómo incorporan los riesgos por el clima en sus calificaciones" y a que exijan más información a las empresas sobre esos riesgos.
Desde finales de 2024 el BCE también va a exigir a los bancos centrales nacionales de los países del euro unos estándares mínimos en la valoración del riesgo por el clima de los créditos hipotecarios.