Lisboa, 10 oct (.).- El Gobierno de Portugal espera que la inflación se sitúe en el 4 % y el PIB crezca un 1,3 % el próximo año, impulsado por una inversión pública récord y no tanto por el consumo privado, según las previsiones recogidas en el borrador del Presupuesto para 2023.
"Si tuvimos un año de 2022 en el que el crecimiento de la economía fue particularmente impulsado por el crecimiento del consumo, se espera que esa contribución disminuya pero que tengamos un crecimiento más significativo de la inversión, tanto pública como privada", explicó el ministro de Finanzas luso, Fernando Medina.
Medina, que presentó este lunes las principales líneas del Presupuesto para 2023 tras entregarlo en el Parlamento, avanzó que la inversión pública alcanzará el 3,6 % del PIB, niveles máximos desde 2011, gracias al Plan de Recuperación y Resiliencia.
El primer Ejecutivo con mayoría absoluta de António Costa prevé que la inflación cierre 2022 en el 7,4 % y baje al 4 % en 2023, año todavía "marcado por la degradación del contexto externo", según el titular de Finanzas, que aseguró que Portugal "está hoy preparado para escenarios más adversos" que hace un año.
El crecimiento del PIB será del 1,3 % el próximo año (6,5 % en 2022), con un déficit del 0,9 % del PIB y una reducción de la deuda pública hasta el 110,8 %.
AUMENTO SALARIAL DEL 5,1 %
El Presupuesto para 2023 incluye medidas dirigidas a alcanzar un aumento salarial medio del 5,1 %, a través de reformas en el sistema de impuestos sobre los rendimientos del trabajo (para lo que se destinan 700 millones de euros) e incentivos fiscales para las empresas que revaloricen los sueldos (75 millones).
En la Administración Pública se aumentará el salario base en un mínimo de 52 euros al mes y mejorará el subsidio de alimentación, entre otras medidas, que supondrán un coste de 1.320 millones.
Se mejorarán las ventajas fiscales a jóvenes, se ampliarán los apoyos a las familias con niños y las pensiones se actualizarán entre el 3,5 % y el 4,43 %.
También habrá medidas para apoyar los costes derivados de la vivienda: se limitará al 2 % el aumento de los alquileres, como ya se había anunciado, y será obligatorio para los bancos renegociar las hipotecas de familias cuya tasa de esfuerzo se agrave significativamente.
Para la energía, a las medidas anunciadas en los últimos meses se suma una inyección de 3.000 millones de euros en los sistemas de electricidad y gas para reducir los precios, procedente de la tasa de carbono, el impuesto especial que ya se aplica al sector energético y el excedente tarifario.
INCENTIVOS A LA INVERSIÓN
El Presupuesto destina 205 millones a impulsar la inversión privada, con mejoras del régimen fiscal que apoya estos desembolsos, un nuevo incentivo a la capitalización de las empresas y una reducción del impuesto de sociedades para pymes y compañías de pequeña y baja capitalización.
El Gobierno creará un régimen de tributación para los criptoactivos -28 % de las plusvalías con un plazo inferior a un año- y una tasa del 33 % sobre los beneficios extraordinarios de los sectores del petróleo bruto, el gas natural, el carbón y la refinación.
La inversión pública se reforzará en 3.400 millones, lo que resulta de una "opción política" pero también de la ejecución del Plan de Recuperación y Resiliencia, admitió el ministro de Finanzas.
El Presupuesto de 2023 iniciará ahora su trámite en el Parlamento, donde se espera la votación final el 25 de noviembre.
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