Madrid, 13 oct (.).- El número de trabajadores extranjeros aumenta en 2016 por segundo año consecutivo, superando los 1,7 millones de empleados, lo que supone recuperar las cifras contabilizadas en 2012, según un estudio elaborado por la empresa de recursos humanos Randstad (AS:RAND).
En un estudio elaborado con los datos de afiliación a la Seguridad Social del Ministerio de Empleo correspondientes a julio, Randstad detalla que en el año 2008 el número de trabajadores extranjeros superaba los dos millones (con 2.115.622 cotizantes).
A partir de ese año, la afiliación de extranjeros comenzó a disminuir, acumulando seis años a la baja hasta tocar fondo en 2014 con 1.576.982 empleados, la cifra más baja en once años.
Respecto al total de afiliados, el estudio revela que el peso de los ocupados extranjeros se ha recuperado en los últimos dos años.
Así, mientras que en 2008 el 11 % de los trabajadores era extranjero, la crisis afectó más duramente a este colectivo dejando su peso en el 9,5 % de los afiliados en 2014, para alcanzar en 2016 el 9,8 %.
La edad del profesional también influye directamente a la hora de analizar la situación de los afiliados extranjeros, de forma que los empleados de entre 25 y 45 años son los que mayor presencia tienen, con 1.117.646 trabajadores, seguidos de los mayores de 45 años (477.043) y los menores de 25 (144.057).
En el último año, todos los grupos de edad han aumentado, situándose en primer lugar los profesionales más jóvenes (con un alza del 12 %), seguidos de los mayores de 45 años (11 %) y, por último, de aquellos de entre 25 y 45 años (4 %).
Durante 2016 han aumentado el número de estos trabajadores en todas las regiones y provincias, aunque en diferente medida.
Así, las regiones donde más han aumentado son Baleares (9,2 %), Cataluña y Castilla-La Mancha (ambas por encima del 8 %), mientras que las que menos son Asturias (1,4 %), Cantabria (2,7 %) y Galicia (2,9 %).
En cuanto a la actividad, los servicios son los que emplean al porcentaje más elevado de trabajadores extranjeros (76,1 %), similar a la tasa en ese sector de los profesionales nacionales (75,7 %).
Las diferencias entre ambas nacionalidades más significativas se registran en la agricultura y la industria.
Así, el 10,4 % de los ocupados extranjeros desarrolla su actividad en el campo (frente al 6,1 % de los profesionales nacionales), una composición que se invierte en el caso de las fábricas, donde trabajan el 6,7 % de los extranjeros (frente al 12,1 % de los españoles).