Buenos Aires, 29 oct (EFE).- El ex presidente peruano Alejandro
Toledo consideró hoy en Argentina que la actual crisis mundial
supone retos pero también abre un abanico de oportunidades para
América Latina, en el terreno del conocimiento, sobre todo.
"La oportunidad más grande que tiene América Latina hoy es dar el
salto de ser una región predominantemente exportadora de materias
primas a convertirse en una región que tenga economías del
conocimiento", dijo Toledo en declaraciones a Efe desde la ciudad
argentina de Mar del Plata.
A su juicio, la región debe darle "valor agregado" a su
producción y "dejar de ser esclavos de los cambios de los precios de
nuestras materias primas en el mercado internacional".
Atajar la pobreza, fortalecer las instituciones democráticas,
invertir en investigación y aprovechar los recursos naturales de la
zona para buscar fuentes de energía alternativas al petróleo son,
según Toledo, algunas de las iniciativas que deben desarrollar los
países latinoamericanos.
"Si logramos hacer eso, América Latina en los próximos 15 ó 20
años es la región prometedora del mundo", insistió el ex presidente,
que participa en un foro económico en Mar del Plata (unos 400
kilómetros al sur de Buenos Aires).
"Esta crisis nos debe enseñar que no podemos depender de los
precios internacionales de las materias primas", opinó Toledo, para
quien la mayor apuesta de la región debe ser reducir la pobreza y la
exclusión social mediante políticas de redistribución.
"Al disminuir el número de pobres estaremos jalándole la alfombra
al populismo autoritario que comienza a expandirse en la región con
gran irresponsabilidad", agregó.
En este proceso, señaló, los empresarios juegan un importante
papel y "deben tirarse a la piscina con coraje para asumir
responsabilidades de liderazgo" y adoptar decisiones "sabiendo que
no van a tener una rentabilidad económica y política en el muy corto
plazo".
Unas responsabilidades que, a su juicio, pasan por la
incorporación de los empresarios a la "política de Estado" y no por
la actitud de permanecer como "observadores desde el balcón". EFE