Por Alexander Villegas y Natalia A. Ramos Miranda
VALPARAÍSO, Chile, 11 mar (Reuters) - En su primer discurso como nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric aseguró que su gobierno buscará recuperar la economía del país sudamericano aunque "sin reproducir sus desigualdades estructurales", insistiendo en que cumplir las metas propuestas no será una tarea fácil.
Boric aludió a zonas contaminadas por la actividad industrial, a las históricas bajas pensiones, al costo de la educación o a los "grandes desafíos" en el norte y el sur del país por la inmigración ilegal y un antiguo conflicto indígena.
"Sabemos, compatriotas, que el cumplimiento de nuestras metas no será fácil, que enfrentaremos crisis externas e internas, que cometeremos errores y que esos errores los deberemos enmendar con humildad", dijo ante seguidores que lo escuchaban en las afueras del palacio presidencial en Santiago.
"Vamos a vivir tiempos desafiantes y tremendamente complejos", añadió el mandatario, al final de una jornada que inició temprano en la sede del Congreso en Valparaíso, a unos 100 kilómetros al oeste de la capital, con la ceremonia de toma de mando.
La llegada al poder de Boric marca una encrucijada para Chile, durante mucho tiempo bastión del libre mercado y la responsabilidad económica en la volátil Sudamérica. El país está reformulando su Constitución de la época de Augusto Pinochet, que ha apuntalado el crecimiento, pero a la que se acusa de fomentar la desigualdad.
A la cabeza de una amplia coalición de izquierda que incluye al Partido Comunista, ha prometido revisar un modelo económico basado en el mercado para luchar contra la desigualdad que provocó violentas protestas en 2019, aunque ha moderado su ardiente retórica en los últimos meses.
DESIGUALDAD
Boric asumió el cargo -por un periodo de cuatro años- enfrentándose a una desaceleración económica, una alta inflación y un Congreso dividido que pondrá a prueba su capacidad de negociación para impulsar reformas en salud y pensiones, al tiempo que endurece la regulación medioambiental.
"Cuando la riqueza se concentra solo en unos pocos, la paz es muy difícil", dijo Boric en medio de los aplausos. "Vamos a recuperar nuestra economía sin reproducir sus desigualdades estructurales", insistió.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, dijo a Reuters que el gobierno enviará su proyecto para una amplia reforma tributaria durante el primer semestre.
Las grandes esperanzas de la ciudadanía pueden chocar rápidamente con un electorado y una legislatura divididos entre la derecha y la izquierda. La delincuencia, la inmigración y los derechos de los pueblos indígenas son temas que hacen que el gobierno de Boric tenga una bandeja de entrada llena.
El nuevo gobierno marca un giro a la izquierda en el país sudamericano tras prometer reformas sociales y económicas y aprovechar la ola de insatisfacción de los votantes con el statu quo político.
Exlíder de protestas estudiantiles y legislador con tatuajes, que no usó corbata durante la ceremonia presidencial, Boric supone un cambio radical con respecto al multimillonario saliente Sebastián Piñera.
De 36 años recién cumplidos, ha despertado la esperanza entre los progresistas, así como el temor de que las décadas de estabilidad económica de Chile sean atacadas.
En una de las primeras medidas anunciadas por la nueva administración, el gobierno de Boric retirará 139 querellas enmarcadas en una ley de seguridad interior contra personas detenidas en el contexto del estallido social de octubre de 2019, lo que no implica el cese de esos procesos judiciales.
(Reporte de Alexander Villegas; reporte adicional de Natalia Ramos y Fabián Cambero)