Julio César Rivas
Toronto (Canadá), 9 nov (EFE).- Las ciudades se han convertido en
el principal motor económico del mundo y su papel aumentará en los
próximos años especialmente en las economías emergentes, señalaron
hoy expertos internacionales en la jornada inicial del III Foro de
Ciudades Globales de Toronto.
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE), el mexicano Ángel Gurría, destacó: "el
increíble poder económico de las ciudades nos parece hoy en día
obvio", en un momento en el que más de la mitad de la población del
mundo vive en ciudades.
Según Gurría, las ciudades "son el motor del crecimiento
económico" de los países.
"Seúl por ejemplo, concentra más del 45 por ciento de la
población de Corea del Sur, casi la mitad del Producto Interior
Bruto (PIB), el 45 por ciento del empleo y el 56 por ciento de la
inversión extranjera directa", explicó.
En países europeos como Irlanda y Dinamarca, sus capitales
producen casi la mitad del PIB nacional mientras que "París y
Londres concentran más del 40 por ciento de solicitudes de
patentes", continuó Gurría.
En términos similares se expresó Adolfo Carrión, director de la
Oficina de Asuntos Urbanos de la Casa Blanca, una institución creada
tras la llegada a la presidencia estadounidense del demócrata Barack
Obama.
Carrión afirmó que la filosofía de Obama es que "las ciudades
tienen que ser contempladas como la solución y no el problema porque
de hecho son el motor de nuestra economía, de la economía mundial,
donde se concentra la mayoría de la gente y los empleos, el PIB, la
creatividad y la innovación".
Pero el máximo responsable de la OCDE también dijo que "en muchos
países en desarrollo, la concentración del poder económico en las
ciudades es incluso más grande".
Los datos de la OCDE revelan que China es el mayor país urbano
del mundo, con 600 millones de personas viviendo en ciudades, cifra
que ascenderá a 1.000 millones para el 2020, y 70 ciudades con más
de un millón de habitantes.
Para ilustrar el crecimiento urbano de China, Gurría señaló que
"Shangai ha construido más rascacielos en la última década que toda
Europa en los pasados 100 años".
Tanto Gurría como Carrión destacaron que las ciudades también han
concentrado el impacto de la crisis financiera del 2008, pero
añadieron que los estímulos económicos implementados, fueron
necesarios y están funcionando.
Según Carrión, "el presidente y sus consejeros tenían idea de lo
que iba a heredar (de la administración del presidente George W.
Bush) pero no creo que nadie esperaba que la crisis fuese tan
profunda y tan oscura. Heredamos malas relaciones con todo el mundo.
Heredamos a un vacío en confianza y credibilidad en todo el mundo".
"Heredamos el mayor colapso económico y una posible segunda
depresión. Fue enorme y el presidente empezó a trabajar de inmediato
con una respuesta agresiva", continuó Carrión.
El director de la Oficina de Asuntos Urbanos también señaló que
"el estímulo (económico) funciona, está funcionando y estamos
empezando a ver el giro", aunque añadió que "todavía" les queda
"mucho que recorrer para la recuperación".
Por su parte, Gurría mencionó que "en el caso de EE.UU., si no
hubiesen empleado dinero en la recesión, si no hubiesen decidido
implementar paquetes económicos especiales, seguiríamos estando en
una profunda recesión en vez de estar empezando a ver los primeros
brotes verdes".
"Así que en mi opinión fue necesario, inevitable y deseable. Y
todavía no hemos acabado", destacó Gurría, quien consideró que
todavía no es el momento de abandonar las medidas de estímulo.
De cara al futuro, Gurría expresó que uno de los principales
desafíos a los que se enfrentan las ciudades es lo que calificó como
su "hambre de energía". Actualmente, las ciudades consumen dos
tercios de toda la energía mundial y producen el 70 por ciento de
todas las emisiones de CO2.
"La transformación de nuestras ciudades en lugares de eficiencia
energética es un desafío colosal y exigirá niveles sin precedentes
de liderazgo y ciencia", afirmó.
Este será el caso especialmente en las grandes urbes de los
países en desarrollo porque "proyectamos que en el 2030-2050, el 80
por ciento de las emisiones procederán de ciudades en países
emergentes y en desarrollo". EFE
jcr/pgp/jrh
(Con audio, vídeo y fotografía)