Tokio, 13 may (.).- El gobernador del Banco de Japón (BoJ), Haruhiko Kuroda, dijo hoy que retirar las medidas de flexibilización que el banco central aplica es inapropiado en el contexto económico del país, "completamente diferente" al de Estados Unidos y Europa.
La inflación está aumentando por el encarecimiento energético y la entidad crediticia vaticina que alcance su meta del 2 %, pero su sostenibilidad es dudosa y es importante que el alza de precios se produzca en "un amplio espectro", dijo el responsable del BoJ en un discurso "online" recogido por la agencia local de noticias Kyodo.
Para que Japón vea una inflación superior a su objetivo de manera estable y sostenible, el ritmo de los aumentos salariales debería acelerarse para sustentar la demanda interna, señaló Kuroda en su alocución durante un encuentro de un instituto de investigación.
"Si bien se espera que la inflación aumente hasta un 2 % en el corto plazo, será impulsada por los precios de la energía y carecerá de sostenibilidad. Por lo tanto, el Banco no considera que sea apropiado reducir la relajación monetaria actual", puntualizó.
Los comentarios de Kuroda están en línea con las opiniones manifestadas durante la última reunión mensual del banco central japonés, cuyas minutas se publicaron en la víspera, y en la que las deliberaciones estuvieron en sintonía con sus declaraciones.
El BoJ optó en abril por mantener su política monetaria, basada en tipos del -0,1 % para los depósitos a corto plazo y mantener el rendimiento del bono estatal a largo plazo alrededor del 0 % a través de un cuantioso programa de compras de fondos cotizados.
La Reserva Federal estadounidense (Fed) ha efectuado un alza de tipos y no descarta próximas subidas y el Banco Central Europeo (BCE) prepara un movimiento similar.
Las palabras de Kuroda refuerzan la visión de que la entidad japonesa continúa siendo un caso atípico en comparación con sus homólogos estadounidense y europeo, que están endureciendo sus políticas y virando a las subidas de tipos tras el escenario atípico de la pandemia para tratar de controlar una inflación disparada.
Esta diferencia de posturas ha provocado una depreciación del yen que, si bien contribuye a mejorar las ganancias corporativas de los exportaciones japonesas, encarece también sus importaciones y ha arrojado cierta sombra en las perspectivas de su desempeño.
"La economía japonesa se encuentra todavía en el camino de recuperarse de la significativa recesión causada por la covid-19, y ha permanecido bajo la presión de la pandemia", indicó Kuroda.