Ginebra, 13 sep (EFE).- El Parlamento suizo aprobó hoy una ley
por la cual se crea un nuevo marco jurídico para que las autoridades
puedan confiscar los fondos ilícitos de dictadores provenientes de
países "frágiles" y posteriormente restituirlos al gobierno legítimo
de dicha nación y no a la familia del expoliador.
Por 114 votos a 49, los diputados aprobaron la nueva legislación,
cuyo primer beneficiario será Haití, que recibirá los 5,7 millones
de dólares que duermen en arcas suizas tras ser confiscados a la
familia Duvalier.
El pasado 3 de febrero, el Tribunal Federal helvético (TF)
decidió rechazar una resolución previa de un tribunal penal, que
permitía el envío a las autoridades haitianas de los 5,7 millones de
dólares bloqueados en cuentas suizas que pertenecían al clan
Duvalier.
Los jueces del TF argumentaron que los hechos habían prescrito y
que, por tanto, asumían como válida la reivindicación de la familia
Duvalier de que se les devolviese el dinero.
No obstante, la potestad para desbloquear los fondos corresponde
al Consejo Federal (gobierno) suizo, quien poco después de conocerse
el veredicto decidió mantenerlos congelados, al tiempo que anunciaba
una reforma legislativa para evitar en el futuro casos similares.
La nueva ley se aprobó hoy en la cámara baja, tras haber sido ya
aceptada por la cámara alta helvética.
La nueva ley sólo se aplicará en caso de que no haya colaboración
judicial entre Suiza y el país de origen de los fondos ilícitos, y
siempre y cuando se determine que se trata de "un estado frágil" que
no es capaz de hacer lo necesario para recuperar el dinero.
En una primera etapa, el gobierno podrá bloquear el dinero, una
decisión que podrá ser apelada ante el Tribunal Administrativo
Federal (TAF), pero que no tendrá efecto suspensivo.
El Consejo Federal tendrá un tiempo máximo de diez años para
comenzar el proceso de restitución, dos lustros durante los cuales
se podría llegar a una solución "transaccional".
Al mismo tiempo, el TAF deberá pronunciarse sobre la confiscación
de los bienes y habrá presunción de carácter ilícito cuando el
enriquecimiento del ostentador del dinero sea "exorbitante" o la
corrupción "notoria".
Si se decide finalmente por la restitución, esta se hará de
manera que se asegure que el dinero será invertido en mejorar las
condiciones de vida de los ciudadanos del país en cuestión, en
reforzar el estado de derecho y en luchar contra la impunidad
criminal.
Una vez finalizado el proceso, la Confederación Helvética o los
cantones podrán recibir un 2,5 por ciento del valor confiscado para
cubrir los gastos ocasionados por el caso.
Pos 108 a 50 la cámara baja rechazó que se investigue y se
persiga a los intermediarios financieros de los bancos que han
gestionado el dinero ilícito restituido. EFE