Roma, 22 abr (.).- Italia tuvo un déficit del 7,4 % del PIB en 2023, frente el 7,2 % estimado a principios de abril, según comunicó este lunes el Instituto Nacional de Estadística (Istat) en su informe sobre el endeudamiento neto y la deuda de las administraciones públicas.
El Istat precisa que los últimos datos tienen en cuenta las "pruebas cuantitativas más recientes sobre el gasto en créditos fiscales relacionados con el llamado Superbonus", que ha supuesto un gasto al Estado de 122.000 millones de euros.
El "Superbonus" fue el paquete de incentivos fiscales y créditos aprobado por el anterior Ejecutivo tras la pandemia para realizar obras de restructuración de casas y fachadas, y que el gobierno de Giorgia Meloni ha suspendido al considerar que el gasto público era excesivo.
El Gobierno había estimado, sin embargo, un 5,3 % que se superó ampliamente, tras el 8,6 % registrado en 2022.
Por otra parte, el saldo primario, la capacidad neta de financiación de las administraciones públicas, excluidos los pagos por intereses, fue un 3,6 % menos del PIB, con una mejora de 0,7 puntos porcentuales en comparación con 2022.
Según las previsiones presentadas por el Gobierno italiano en el Documento de Economía y Finanzas (DEF), con las cifras y previsiones macroeconómicas con las que normalmente se rige la política financiera pública, se espera que el déficit público en 2024 será del 4,3 % del PIB, para pasar al 3,7 % en 2025, al 3 % en 2026 y finalmente al 2,2 % en 2027, quedando de este modo dentro de los parámetros del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea.
Esta previsión es similar a la anterior, la de septiembre, pero se desvía levemente en el horizonte del 2026, que antes fijaba el déficit en el 2,9 % del PIB, un 0,1 % por debajo del nuevo informe.