Madrid, 20 abr (.).- La pandemia continúa y los bancos perciben más riesgos sobre la situación económica y la solvencia de algunos clientes y sectores, lo que ha hecho que en el primer trimestre de 2021, tanto en España como en el resto de países del euro, se vuelva a producir una ligera contracción de la oferta de crédito.
La única excepción han sido las hipotecas, con una cierta relajación en su concesión en la Eurozona, mientras que en España, en el segmento de la financiación a las empresas, el endurecimiento de los criterios de concesión ha afectado a las pymes, mientras que se mantuvieron estables para las compañías más grandes.
No obstante, las peticiones de financiación han retrocedido de forma generalizada en España y, en menor medida, en el resto de países del euro, de acuerdo con la Encuesta sobre Préstamos Bancarios publicada este martes por el Banco de España.
Para el segundo trimestre de este año, las entidades de ambas áreas esperan un nuevo endurecimiento generalizado, aunque moderado, de los criterios de concesión de préstamos, si bien prevén un repunte de las peticiones de financiación, tanto en España como en el resto de países del euro, en todas las modalidades.
En cuanto a las medidas de política monetaria, las entidades financieras consideran que habrían seguido contribuyendo, en general, a mejorar su situación financiera y que habrían favorecido una relajación de las condiciones aplicadas a los nuevos créditos y un aumento de los volúmenes concedidos.
En relación con el impacto de los programas ampliados de compra de activos del Banco Central Europeo (BCE), los bancos señalaron que contribuyeron, en los últimos seis meses, a un aumento de los activos y de la liquidez, a una mejora de sus condiciones de financiación y a un ligero incremento de sus ratios de capital.
En España los programas no habrían afectado a los niveles de rentabilidad bancaria, mientras que en la eurozona habrían tenido una repercusión negativa.
Además, estas compras habrían ayudado en las dos zonas a una cierta relajación de las condiciones aplicadas a los nuevos préstamos y un aumento de los volúmenes de crédito concedidos en el segmento de financiación a las empresas y en el de los préstamos a los hogares para adquisición de vivienda.
Sobre el impacto del tipo de interés negativo de la facilidad de depósito del BCE, las entidades españolas declararon que no habría tenido en los últimos seis meses ningún efecto significativo; sin embargo, en la eurozona esta medida habría contribuido al descenso de la rentabilidad y de los ingresos por intereses.