PEKÍN (Reuters) - El índice de precios al consumidor de China subió levemente en junio, mientras que los precios de producción cayeron nuevamente, datos que podrían aumentar las preocupaciones sobre la débil economía china, que también está siendo golpeada por una ola de ventas en su mercado bursátil.
La tasa de inflación de China se aceleró a un 1,4 por ciento interanual en junio, superando las expectativas del mercado.
Analistas consultados por Reuters estimaron que el índice alcanzaría un 1,3 por ciento, comparado con el 1,2 por ciento de mayo.
El índice de precios de producción cayó a un -4,8 por ciento en junio, dijo el jueves la Oficina Nacional de Estadísticas. El índice anotó su trigésima novena baja consecutiva.
El mercado esperaba que los precios de producción descendieran a un -4,5 por ciento sobre una base anual, después de que bajaran a un -4,6 por ciento en el mes previo.
Kevin Lai de Daiwa Capital Markets en Hong Kong dijo que dado lo que está ocurriendo en los mercados, "debe haber presiones sobre el banco central para aliviar las presiones deflacionarias. Debe haber mucho 'efecto de liquidez" negativo derivado del mercado bursátil, que es deflacionario. Eso significa que los próximos meses podríamos ver más presiones bajistas sobre el IPC".
Li Huiyong, economista de Shenyin & Wanguo Securities en Shanghái, dijo que la inflación aún está en un nivel bajo.
"Los datos siguen apuntando a una débil demanda doméstica en la economía real. Dada la estabilización de los precios al consumidor, nosotros creemos que aún hay espacio para que el banco central flexibilice su política monetaria", dijo Li.
"Es más probable que ellos recorten la cantidad de efectivo que los bancos deben tener como reservas en los próximos meses", agregó.
La debilitada economía de China había tenido un año difícil. La política de flexibilización no ha respaldado la actividad. Peor aún, el mercado de valores chino (CSI300) (SSEC) ha caído casi un tercio de su valor en el último mes, perdiendo unos cuatro billones de dólares a la fecha, lo que ha sacudido aún más la confianza.
Para calmar a los inversores, China ha lanzado en la última semana un plan de rescate para las acciones que incluye la suspensión de las ofertas públicas iniciales y órdenes a las corredurías chinas y gerentes de fondos para que compren al menos 120.000 millones de yuanes (19.300 millones de dólares) en títulos.
Las medidas, no obstante, aún deben calmar al mercado bursátil, que cayó un 7 por ciento el miércoles.
Para apoyar a la economía, el banco central de China recortó en junio sus tipos por cuarta vez en siete meses y redujo la cantidad de efectivo que algunos bancos deben mantener como reservas.