Bruselas, 30 jul (.).- Los ciudadanos europeos que viven en un Estado miembro diferente al suyo registraron en 2017 una tasa de empleo del 75,4 %, superior a la de las personas que residen en su país de origen, que fue del 73 %, informó hoy la oficina europea de estadística europea Eurostat.
La tasa de empleo de inmigrantes nacidos fuera de la Unión Europea (UE) fue, sin embargo, del 63 %.
En España, la población nativa registró una tasa de empleo del 66 % en 2017, mientras que para que los europeos de otro Estado miembro fue del 66,5 % y para los ciudadanos nacidos en terceros países se situó en 61,6 %.
Los ciudadanos nacidos fuera de los Veintiocho registraron las tasas de empleo más elevadas en la República Checa (79,4 %), Rumanía, (76,3 %), Portugal (74,5 %) y Polonia (73 %), mientras que para inmigrantes europeos las más elevadas se dieron en Reino Unido, (83,6 %), Portugal (82,7 %), Suecia (80,7 %) y Estonia (80,2 %).
La población nativa, por su parte, tuvo en 2017 una tasa de empleo mayor en Suecia (85,5 %), Alemania (81,6 %) y Holanda (80,5 %).
Las tasas más reducidas se dieron en Grecia para la población nativa (58,1 %) y para los inmigrantes europeos (56,1 %), mientras que los procedentes de fuera de la UE registraron la tasa más baja de empleo en Bélgica (52 %).
Las diferencias más acusadas entre la tasa de paro de inmigrantes extracomunitarios y ciudadanos nativos o europeos se dieron en Bélgica (52 % para personas de terceros países frente a 71 % para nativos), Holanda, (59,9 % frente a 80,5 %) y Suecia (66,2 % frente a 85,5 %).
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