Por Lucia Mutikani
WASHINGTON (Reuters) - El gasto de los consumidores estadounidenses recuperó el impulso en enero gracias a que las familias incrementaron las compras de una variedad de productos, en una señal esperanzadora de que el crecimiento económico está cobrando fuerza tras desacelerarse a finales de 2015.
Pero el panorama del gasto de los consumidores se vio empañado por otros datos que mostraron que la confianza de los hogares bajó en los primeros días de febrero. Sin embargo, el incremento del gasto el mes pasado resaltó la resiliencia de la economía y debería aliviar los temores sobre una inminente recesión.
"Los mercados pueden haber decidido que Estados Unidos se encamina a una recesión, pero obviamente nadie se lo dijo a los consumidores estadounidenses", dijo Paul Ashworth, economista jefe de Capital Economics en Toronto.
El Departamento de Comercio dijo que las ventas minoristas excluyendo automóviles, gasolina, materiales de construcción y servicios alimenticios -conocidas como ventas subyacentes- crecieron un 0,6 por ciento el mes pasado tras un declive de 0,3 por ciento en diciembre.
Las ventas subyacentes se corresponden más estrechamente con el componente del gasto del consumidor en el Producto Interior Bruto. Economistas encuestados por Reuters estimaban que las ventas minoristas subyacentes crecieran un 0,3 por ciento en enero.
Tras el dato de ventas, las acciones subieron en Wall Street, mientras que los precios de la deuda soberana estadounidense bajaron y el índice dólar mostró un avance frente a una cesta de monedas.
En otro informe, la Universidad de Michigan dijo que el índice de confianza del consumidor cayó a 90,7 en la lectura preliminar de febrero, desde 92 en enero por preocupaciones sobre el panorama económico.
Sin embargo, los consumidores siguieron optimistas respecto a su situación financiera personal y esperaban que la inflación baja mejore su poder adquisitivo.
Las señales de un aumento del gasto del consumidor probablemente sea bienvenido por la Reserva Federal. Pero dada la volatilidad de los mercados bursátiles y la baja inflación en Estados Unidos, la Fed podría tener dificultades elevar las tasas de interés este año.
En un tercer reporte, el Departamento del Trabajo dijo que los precios de las importaciones en Estados Unidos bajaron en enero un 1,1 por ciento tras una caída similar en diciembre.