Por Andrew MacAskill
LONDRES, 13 dic (Reuters) - Después de todos los argumentos y marchas masivas, los opositores al Brexit enfrentaban el viernes una dura verdad tras la contundente victoria electoral del primer ministro Boris Johnson: no habrá un segundo referendo y el divorcio con Europa es inevitable.
Los conservadores obtendrían su mayoría parlamentaria más holgada desde 1987 y Johnson podrá aprobar su acuerdo de divorcio en el Parlamento, lo que permitirá que Reino Unido deje la UE el mes que viene.
Será la decisión geopolítica de Reino Unido más importante desde la Segunda Guerra Mundial.
Algunos de los partidarios de realizar una nueva votación sobre el Brexit se culpaban a sí mismos por la aplastante derrota. La principal organización que hizo campaña por un segundo referendo colapsó, mientras que el líder del Partido Laborista se mostró ambivalente y prometió que se mantendría neutral en cualquier nueva votación.
"Estoy angustiado y, como todos los demás miembros de la comunidad que buscaba permanecer en la UE, desearía que hubiésemos tenido una representación más competente", dijo Mike Galsworthy, un activista contra el Brexit.
El referéndum de 2016 sobre la pertenencia a la Unión Europea ha sido el tema más divisivo en la historia británica reciente, exponiendo las brechas entre pueblos y ciudades, entre jóvenes y ancianos, entre los beneficiados por la globalización y los perjudicados.
Para muchos europeístas en Reino Unido, otro referendo representaba la mejor oportunidad de poner fin a la turbulencia y parálisis política. Si se hubiesen unido como fuerza política, habrían tenido oportunidad de cambiar el resultado.
Además de sus propias faltas, los llamados "remainers" fueron superados estratégicamente. Los principales partidos de oposición no trabajaron juntos para forjar una alianza funcional, desconcertando a millones de británicos.
Después de su aplastante victoria electoral, Johnson dijo que "todas esas amenazas miserables" de un segundo referendo han terminado y le pidió a un manifestante que usaba un sombrero con la bandera azul y dorada de la UE que se retirara.
"Le digo respetuosamente a nuestro ruidoso amigo con el sombrero azul de 12 estrellas que es hora de poner un calcetín en el megáfono y dejar a la gente en paz", sostuvo.
(Reporte de Andrew MacAskill; Editado en Español por Ricardo Figueroa)