Lisboa, 6 feb (EFE).- El ministro de Finanzas luso, Mário Centeno, señaló que revertir la austeridad es un proceso gradual y reconoció que el escenario fiscal que contemplan los Presupuestos de 2016 tras negociar con Bruselas no es el que él quería.
Centeno hizo estas declaraciones en una entrevista publicada hoy por el semanario luso "Expresso" en la que analiza el proyecto presupuestario elaborado para adaptarse a las exigencias de la Comisión Europea, que retira parcialmente la austeridad pero incluye nuevos ajustes, especialmente en materia de impuestos indirectos.
"Revertir la austeridad es un proceso gradual, que sólo se consigue hacer dentro de una restricción presupuestaria", aseguró Centeno, que admitió que el escenario fiscal que se incluye en los Presupuestos "no es" el que él mismo quería.
El ministro señaló que su equipo "defiende que los impuestos son una cosa que se debe usar comedidamente, con un determinado objetivo", y que esa lógica estuvo presente junto a la necesidad de equilibrar el presupuesto.
"Una reducción del 2 %, que es la que tenemos ahora, de los impuestos directos en una fase en la que la economía está creciendo representa una reducción de impuestos muy grande", sostuvo.
Sobre medidas concretas, el titular de Finanzas reconoció que no puede asegurar que la reposición de las 35 horas semanales en el sector público se produzca este año, ya que se aplicará cuando se pueda garantizar que esa medida "puede empezar a aplicarse sin aumentos del gasto".
Centeno manifestó que "la financiación de la economía portuguesa es crucial y es una responsabilidad del Gobierno tener esa función", pero no se mostró preocupado por la posibilidad de quedar fuera del programa europeo de compra de deuda si las agencias de calificación empeoran la nota de Portugal.
En cuanto a las medidas que prevé su Gobierno para el sistema financiero, el ministro aseguró que "no hay planes para que la Caixa Geral de Depósitos (CGD) deje de ser pública".
Cuestionado sobre si el Gobierno luso podría dar marcha atrás con la venta de Novo Banco -escisión del colapsado Banco Espírito Santo-, Centeno señaló que "en el marco regulador europeo es muy difícil no vender Novo Banco en condiciones competitivas".