Berlín, 18 jul (EFE).- El Gobierno alemán está trabajando "con todas sus fuerzas" en el rescate griego y confía en alcanzar una solución en la cumbre extraordinaria del jueves, aunque advierte de que aún así no se disipará "para siempre" la crisis de la deuda.
Así lo afirmó hoy el portavoz del Ejecutivo germano, Steffen Seibert, quien insistió en que la postura alemana respecto a la participación "sustancial" de los acreedores privados de Grecia en el rescate "no ha cambiado" y que Berlín sigue defendiendo esta fórmula.
"La cumbre prevista para el jueves estará centrada en el nuevo paquete para Grecia. En ello vamos a concentrar todos los esfuerzos", enfatizó el portavoz, que rehuyó detallar las variantes que se están estudiando con el argumento de que ese no es tema para abordar públicamente.
Lo importante, agregó, es que de la cumbre del jueves salga una respuesta unitaria y que los estados miembros "hablen con una sola voz", y que no analicen ahora las distintas variantes sobre cómo puede ser esa solución para Grecia.
Respecto a las repetidas advertencias del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, en contra de una reestructuración de la deuda, el portavoz de Finanzas, Martin Kotthaus, insistió en que la solución para Grecia debía ser "consensuada" entre los estados miembros y el BCE.
La convocatoria de la cumbre de la zona del euro, inicialmente prevista para el miércoles de la semana pasada, se vio frenada durante días por Alemania, que insistía en que era necesario contar primero con algo concreto sobre lo que decidir.
Al anuncio de su celebración para el jueves se han sucedido todo tipo de especulaciones acerca de cuál será la variante consensuada para el rescate de Grecia.
El diario alemán "Die Welt" afirma en su edición de hoy que los gobiernos de la zona del euro estudian la posibilidad de implantar una tasa bancaria, como fórmula de contribución de los acreedores privados y en especial de la banca en el rescate.
Según ese medio, que cita a fuentes diplomáticas sin especificar, esa medida permitiría, de un lado, asegurarse la contribución de la banca en el rescate -uno de los puntos que defiende el gobierno de Angela Merkel- y al mismo evitar el acoso de las agencias de calificación en caso de una reestructuración de la deuda.
Hasta ahora, Merkel ha insistido en implicar a los acreedores privados en los rescates, aunque matizando que su aportación debía ser sustancial pero voluntaria.
Tal tasa bancaria, de prosperar, afectaría a todas las entidades, incluidas las que no son acreedoras de Grecia, tanto la gran banca privada como cajas de ahorros, apunta ese medio.
Otra variante en estudio es la recompra de la deuda, con aportes del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
Esta es una de las fórmulas que está tomando más solidez en los trabajos previos a la cumbre extraordinaria de la zona del euro, el próximo jueves, apuntó hoy el diario muniqués "Süddeutsche Zeitung".
El BCE se opone a la implicación de los acreedores privados, en lo que ve una forma de reestructuración que las agencias de calificación podrían equiparar a una suspensión de pagos. EFE