Bruselas, 11 nov (.).- Países Bajos, Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Rumanía y Suecia mostraron este jueves su rechazo a flexibilizar las normas europeas de Competencia, que se revisarán próximamente, puesto que creen que podría llevar a una carrera de subsidios en la Unión Europea que solo beneficie a pocos países.
En un documento firmado por sus ministros de Economía, Industria o Competencia, estos seis países se sitúan así en contra de la estrategia defendida por Francia y Alemania, que vienen reclamando una actualización de las reglas que permita el desarrollo de "campeones industriales" europeos con capacidad para plantarle cara a los gigantes chinos o estadounidenses.
"La relajación de nuestras reglas, como sugieren algunos, no es el modo adecuado de afrontar nuevos retos. Podría fácilmente llevar a efectos negativos sobre la competencia, los mercados y el crecimiento en el mercado único, así como a una perjudicial carrera de subsidios que beneficie a unos pocos y haga daño a muchos", afirman.
El documento, publicado hoy, llega en vísperas de que la Comisión Europea presente su propuesta para revisar las normas con las que controla que las ayudas de Estado o ciertas operaciones empresariales no perjudican a la Competencia en el mercado único, llevando a posiciones de monopolio, precios excesivos para los consumidores o la exclusión de empresas rivales.
Estos seis países advierten, en particular, sobre los Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (IPCEI, en inglés), consorcios de empresas y Estados que permiten financiar con ayudas públicas -previa aprobación de Bruselas- proyectos innovadores que sean de interés general para la UE y hubieran tenido dificultades para encontrar financiación de otro modo.
Piden a la Comisión Europea asegurar que estos se centran en resolver "claros fallos de mercado" y se ciñen a un "número restringido de objetivos estratégicos", advirtiendo que de "un uso excesivo y no específico de este instrumento llevaría a una carrera de subsidios y una competencia injusta dentro de la UE".
Estos proyectos, insisten, deberían llevarse a cabo de forma transparente y no implicar apoyo ni para la producción masiva ni para actividades comerciales.
Actualmente la UE tiene en marcha este tipo de iniciativas para financiar el desarrollo de baterías o microelectrónica.
Reclaman, por otra parte, que se mantenga el marco de competencia en materia de fusiones y anti-monopolio y una aplicación de estas normas "independiente" y "basada en pruebas", así como que la Comisión diseñe una estrategia para dejar de aplicar el Marco Temporal de Ayudas de Estado que se activó en 2020 por la pandemia una vez que las restricciones por el virus ya no sean necesarias.
Este ha permitido conceder ayudas públicas para hacer frente a la covid-19 que, de no ser por la grave crisis económica, no hubieran sido autorizadas.
La relajación de las normas de Competencia, insisten, "no reforzará la competitividad global de las empresas europeas y perjudicará la igualdad de condiciones en casa".
Bruselas tiene previsto publicar la semana que viene su propuesta de revisión de la política de Competencia tras haber sometido a consulta pública buena parte de estas normas, incluidas las relativas a los IPCEI.
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