Eva Santís
Madrid, 29 ago (EFE).- Los mercados bursátiles, que se han
apuntado máximos anuales sucesivos al apostar por la recuperación
económica, tienen la mirada puesta en las cifras mensuales del paro
en Estados Unidos que se anunciarán el próximo viernes.
Aunque el Dow Jones ha subido un 0,4% esta semana, cerró a la
baja el viernes tras conocerse que la confianza de los consumidores
en la economía cayó en agosto a su nivel más bajo en cuatro meses,
lastrada por la preocupación por la situación del empleo en EEUU.
Como el consumo de los hogares ha sido el motor tradicional de la
economía de EEUU y representa más de dos tercios del PIB, todo lo
que amenaza el gasto, en primer lugar la perdida del empleo o el
temor a perderlo, condena a la primera economía mundial a una
recuperación muy endeble, cuya sostenibilidad puede estar en duda.
Una recuperación que ya está en curso, según un miembro de la
Reserva Federal de EEUU, Jeffrey Lacker, quien afirmó que se
reflejará en los datos del Producto Interior Bruto (PIB) del tercer
trimestre.
En el segundo, según se confirmó el jueves pasado, el PIB bajó el
1% anualizado, una cifra mejor que la caída del 1,5% prevista por
los expertos y mucho mejor que la del 6,4% del primer trimestre.
Sin embargo, los datos muestran que el gasto de los consumidores
bajó el 1% anualizado en el período abril-junio, tras haber subido
un 0,6% en el anterior. En julio, subió un 0,2%.
Al igual que Ben Bernanke, al que Barack Obama ha propuesto dar
un segundo mandato al frente de la Reserva Federal, Lacker dijo que
la recuperación será lenta y conocerá altibajos, y recalcó que el
paro sigue siendo una preocupación prioritaria.
Los analistas calculan que el índice de desempleo subió una
décima, al 9,5%, en agosto, con la pérdida de unos 225.000-231.000
empleos. El mes anterior la tasa había bajado de forma sorpresiva
una décima.
La semana entrante traerá consigo, además de la reunión mensual
del Banco Central Europeo (BCE), otros datos macroeconómicos a ambos
lados del Atlántico: el desempleo en la Unión Europea y en varios de
sus países miembros, como Alemania, Francia y España; el IPC de la
zona euro en agosto y el PIB europeo del segundo trimestre.
Los datos nacionales ya anunciados indican que países como
Alemania, Francia, Portugal y Grecia volvieron al crecimiento en el
período abril-junio, tras un año de recesión.
En EEUU, se conocerán los pedidos de fábrica de julio, la
productividad y costes laborales del segundo trimestre; los datos
semanales de peticiones de subsidios de paro y de las reservas de
petróleo, sin olvidar las actas de la última reunión de la Fed.
Japón, donde se augura un cambio histórico de Gobierno en las
urnas el domingo, salió de la recesión en el segundo trimestre pero
tuvo en julio el mayor índice de paro (5,7%) desde el fin de la II
Guerra Mundial, lo que amenaza a la recuperación.
La Bolsa de Tokio subió un 2,9% esta semana, animada por las
cifras del PIB nipón y las perspectivas económicas en EEUU, y otros
parqués asiáticos también registraron ganancias, mientras que los
principales mercados de China retrocedieron.
En Europa, las principales Bolsas se apuntaron ganancias
semanales de entre el 1 y el 3,5%, animadas por datos
macroeconómicos a ambos lados del Atlántico, y varias alcanzaron
máximos en once meses.
En América Latina, la semana acabó sin grandes variaciones.
La Bolsa de Sao Paulo, la más importante de la región, bajó un
ínfimo 0,04%, lo que puso fin a cinco semanas seguidas de ganancias.
Lima, Santiago de Chile, Buenos aires y Montevideo también
retrocedieron esta semana, mientras que subieron Caracas, México y
Colombia.
Los futuros de petróleo en Londres y Nueva York cerraron la
semana en 72,7 dólares el barril. EFE