Ginebra, 15 jun (EFE).- El presidente francés, Nicolás Sarkozy,
llamó hoy a establecer un nuevo orden social mundial y a no repetir
los errores del pasado, aquellos de un "capitalismo que se volvió
loco a fuerza de no someterse a ninguna regla".
"La regulación de la mundialización es la cuestión crucial",
afirmó Sarkozy, quien agregó que quienes dicen que todo podrá seguir
como antes cuando se resuelva la actual crisis económica y
financiera "hacen un análisis totalmente suicida".
Sarkozy, que intervenía ante la Cumbre Mundial por el Empleo, que
se abrió hoy en Ginebra, afirmó: "Mi mensaje es muy simple, no
esperemos para actuar cuando sea demasiado tarde".
Dijo que ante la miseria, el hambre, los trabajos forzosos, el
cambio climático que amenazan la supervivencia de una parte de la
humanidad "¿tenemos derecho a esperar?".
Y ante el "capitalismo financiero que se volvió loco a fuerza de
no someterse a ninguna regla y del que empezamos a ver hasta qué
punto puede ser destructor, ¿sería razonable esperar más?" se
preguntó.
Igualmente planteó si "hay que esperar que la crisis económica,
financiera, climática, social se transforme en una crisis política a
escala planetaria para decidirnos al final a cambiar".
El presidente francés aseguró que la mundialización no puede
gobernarse sólo por la oferta y la demanda, renunciando a principios
morales.
"La mundialización no sobrevivirá a la ley de la selva, porque no
puede haber libertad sin reglas", dijo, y recordó que "la OIT ha
defendido siempre esa tesis a contracorriente de la ideología
dominante".
Por ello, propuso una "revolución en el gobierno mundial" para
que las normas que están inscritas en los acuerdos internacionales
sean aplicadas efectivamente.
Y en esta nueva forma de Gobierno, según Sarkozy, la OIT debe
tener derecho a decir la última palabra ante la OMC, el FMI o el BM
cuando están en juego normas fundamentales que ella se encarga de
respetar.
"Necesitamos reglas que se conviertan en normas que se impongan a
todos. No se trata de armonizar al detalle todas las legislaciones
de trabajo. No se trata de imponer a los países más pobres las
normas sociales de los países más ricos. Se trata de poner en pie
entre las naciones un sistema de reglas que tire de todo el mundo
hacia arriba en vez de tirar de todos hacia abajo", subrayó.
Y pidió que las intervenciones del Fondo Monetario Internacional
(FMI), del Banco Mundial (BM), de los bancos de desarrollo se
sometan a un condicionamiento medioambiental y a uno
condicionamiento social.
"No es normal que el FMI o el BM vayan a ayudar a un país sin que
se le pueda pedir que respete las reglas elementales en materia de
trabajo, de medio ambiente o de salud pública".
Pero al mismo tiempo -dijo- "no se le puede pedir a un país que
respete un cierto número de exigencias sociales e imponerle planes
de ajuste con consecuencias sociales y humanas desastrosas".
"Para poder dar lecciones, las organizaciones internacionales
deben aplicárselas a ellas mismas primero", afirmó.
Y en cuanto a las históricas decisiones adoptadas por el G-20
para reformar el capitalismo financiero, Sarkozy pidió que se
respeten los compromisos asumidos y que se vaya más lejos para
"reconstruir un sistema financiero que financie antes a los
emprendedores que a los especuladores". EFE