La inflación al consumidor en China se enfrió inesperadamente en septiembre, con el índice de precios al consumidor (IPC) aumentando solo un 0,4% respecto al año anterior, una desaceleración desde el incremento del 0,6% en agosto, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS). El aumento quedó por debajo del 0,6% pronosticado por los economistas. Paralelamente, la deflación de los precios al productor empeoró, con el índice de precios al productor (IPP) cayendo un 2,8% interanual, la mayor caída en seis meses y superior a la disminución anticipada del 2,5%.
El Ministro de Finanzas, Lan Foan, durante una rueda de prensa el sábado, indicó que China implementaría más "medidas contracíclicas" este año. Sin embargo, no se revelaron detalles sobre la magnitud del estímulo fiscal previsto. Se espera que estas medidas alivien las presiones deflacionarias en la segunda economía más grande del mundo.
El banco central de China ha introducido recientemente importantes medidas de apoyo monetario, las más agresivas desde la pandemia de COVID-19, para estimular la demanda y fortalecer la economía. Los esfuerzos incluyen diversas iniciativas para ayudar al sector inmobiliario en dificultades y reducciones en las tasas hipotecarias. Estas acciones tienen como objetivo ayudar a China a alcanzar su meta de crecimiento económico de alrededor del 5,0% para el año, aunque algunos analistas creen que el alivio proporcionado por estas medidas podría ser temporal y que pronto podrían ser necesarias intervenciones más contundentes.
Se prevé que la reunión del parlamento de China en las próximas semanas presente propuestas más concretas para el estímulo económico, según anticipan algunos analistas.
A pesar de estos esfuerzos, muchos observadores argumentan que Beijing también debe abordar problemas estructurales más arraigados, como el exceso de capacidad y el consumo débil. La inversión doméstica excesiva y la escasa demanda han llevado a reducciones de precios, lo que ha obligado a las empresas a reducir costos mediante recortes salariales o despidos.
En septiembre, los precios de los alimentos aumentaron un 3,3% interanual, un ligero incremento respecto al aumento del 2,8% en agosto. En contraste, los precios de los productos no alimentarios cayeron un 0,2%, revirtiendo el aumento del 0,2% observado el mes anterior. Entre los artículos no alimentarios, los precios de la energía continuaron cayendo y los precios del turismo disminuyeron, con la NBS señalando reducciones más amplias en las tarifas aéreas y los precios de alojamiento en hoteles.
La inflación subyacente, que excluye los sectores volátiles de alimentos y combustibles, se situó en apenas un 0,1% en septiembre, por debajo del 0,3% en agosto, evidenciando aún más las crecientes presiones deflacionarias dentro de la economía china.
Reuters contribuyó a este artículo.
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