El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha reconocido la depreciación del yen como un factor positivo para la economía japonesa, destacando que la debilidad de la moneda beneficia al país al impulsar sus exportaciones. Nada Choueiri, jefa de la misión del FMI en Japón, subrayó en una entrevista el viernes que las ventajas derivadas del aumento de los ingresos por exportaciones superan los mayores costos de importación asociados a un yen más débil.
Japón, al ser una economía orientada a la exportación, encuentra que un yen más débil estimula el crecimiento económico en general. Choueiri señaló que las autoridades japonesas están comprometidas con mantener un régimen de tipo de cambio flexible, lo que sugiere que el país no se apresuraría a intervenir en los mercados de divisas, a pesar de las recientes caídas del yen frente al dólar. Estas caídas se deben a las expectativas de que la brecha de tipos de interés entre Estados Unidos y Japón persistirá, lo que preocupa a los funcionarios japoneses por el impacto en los hogares y minoristas debido al encarecimiento de las importaciones.
En cuanto a la política monetaria, Choueiri aconsejó al Banco de Japón (BOJ) ser cauteloso y metódico al ajustar los tipos de interés, teniendo en cuenta los riesgos equilibrados para la inflación y el alto grado de incertidumbre en las previsiones económicas. Abogó por un enfoque basado en datos y un gradualismo en los aumentos de los tipos de interés.
Se prevé que el BOJ mantenga su tipo de interés a corto plazo en el 0,25% en la próxima reunión de política monetaria de dos días la semana que viene. Las proyecciones del banco central sugieren que la inflación se estabilizará en torno al 2% hasta marzo de 2027. Tras concluir su política de tipos negativos en marzo y ejecutar una subida de tipos en julio, el BOJ señaló avances hacia el logro sostenible de su objetivo de inflación.
El gobernador del BOJ, Kazuo Ueda, ha indicado que el banco central seguirá aumentando los tipos en consonancia con las previsiones económicas, pero también considerará cuidadosamente las incertidumbres globales, como las perspectivas económicas de Estados Unidos, al decidir el momento de la próxima subida de tipos.
Reuters contribuyó a este artículo.
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