Por Richard Leong
NUEVA YORK (Reuters) - La mayoría de los principales bancos de Wall Street ahora estima que la Reserva Federal esperará al menos hasta septiembre antes de subir los tipos de interés, después de que la Fed rebajara su evaluación sobre la economía estadounidense y pronosticó un camino más suave para elevar los tipos en los próximos dos años.
Hace apenas dos semanas, los máximos economistas de este grupo habían elegido junio como el momento más probable para el término de la política de tipos cercanas a cero que adoptó la Fed en diciembre del 2008.
El cambio de opinión deja a los economistas más cerca de la visión del mercado de bonos sobre cuál será el momento en que la Fed elevará sus tipos.
Doce de 16 operadores primarios que realizan negocios directamente con el banco central estadounidense dijeron el miércoles que prevén un alza de los tipos en septiembre o después. Sólo cuatro de los que respondieron el sondeo de Reuters mantuvieron su opinión de que será en junio.
En cambio, en un sondeo realizado el 6 de marzo tras una serie de sólidos informes de empleo en el país, sólo siete de los 16 que respondieron la consulta estimaron un alza en septiembre o después, mientras que nueve proyectaron que sería en junio.
Inesperadamente la Fed redujo el miércoles sus proyecciones de crecimiento e inflación, lo que provocó ganancias en Wall Street y en el mercado de bonos, además de una fuerte liquidación del dólar.
Los rendimientos de los bonos de corto plazo, los más sensibles a los cambios en la política monetaria de la Fed, registraron su mayor caída diaria en seis años, mientras que el dólar sufrió su peor jornada frente al euro en seis años.
El Comité Federal de Mercado Abierto, que fija la política monetaria del banco central estadounidense, retiró como se esperaba la palabra "paciente" de su comunicado post reunión con la que hacía referencia al enfoque sobre cuándo podría elevar el costo del endeudamiento.
Además, los funcionarios de la Fed bajaron su estimación promedio del crecimiento de la economía de Estados Unidos para el 2015 de 2,3 a 2,7 por ciento, desde una proyección en diciembre de 2,6 a 3,0 por ciento. Asimismo, redujeron sus estimaciones de inflación para este año a entre 1,3 y 1,4 por ciento desde 1,5-1,8 por ciento hace tres meses.
"Primeramente fue el giro bajista en sus proyecciones de crecimiento e inflación", dijo Mike Moran, economista jefe de Daiwa Capital Markets America, respecto a porque había cambiado su opinión de junio a septiembre.
Los economistas atribuyeron en parte los cambios en las proyecciones de la Fed a la apreciación del dólar, que tocó un máximo de 12 años contra una canasta de monedas la semana pasada (DXY), y al impacto negativo de la moneda estadounidense en las exportaciones.
"En nuestra opinión, la Fed está claramente preocupada por la fortaleza del dólar, y estos recortes en el pronóstico de tipos refleja que la proyección de inflación sigue baja", escribieron en una nota de investigación Joe LaVorgna y Brett Ryan, economistas del Deutsche Bank (XETRA:DBKGn).
Con un pronóstico que muestra que la inflación estructural podría no alcanzar la meta del 2 por ciento establecida por la Fed, al menos hasta 2016, el comité de política monetaria probablemente mantenga una postura cautelosa para normalizar las tasas.