Madrid, 12 dic (.).- La patronal española de fabricantes de vehículos Anfac ha asegurado este jueves que 2025 será una "película de miedo" y un año complejo para la automoción debido, entre otros factores, a la entrada en vigor del nuevo tramo de reducción de emisiones de la normativa comunitaria CAFE.
De incumplirlo, las marcas en Europa pueden afrontar multas de hasta 15.000 millones de euros que pagarán "algunos constructores, porque otros, por su modelo de negocio puro eléctrico, no lo harán", ha explicado el presidente de Anfac, Josep María Recasens, que ha avisado de otro posible efecto pernicioso sobre las fábricas.
A tenor del nuevo tramo de la CAFE, el Viejo Continente tiene que llegar, de media, al 20 % de 'mix' eléctrico cuando actualmente está en el 14 %. Mayor retraso lleva aún España, con el 5 %. Si este escenario no se cumple, habrá un 'gap' de emisiones equivalente a 15.000 millones de euros en multas.
Viendo que la demanda natural no llega a esos umbrales, los constructores podrían recortar la producción de vehículos de combustión, lo que, dados los niveles de fabricación actuales, supondría la parada de ocho plantas.
Anfac espera que se resuelva cuanto antes el debate sobre qué va a pasar el año que viene. "Ningún fabricante pone en duda la fecha de 2035, lo que se está debatiendo ahora mismo es si en 2025 va a haber multas o no", ha incidido Recasens.
También ha lamentado que estas penalizaciones sólo van a estar obligadas a pagarlas los fabricantes de automóviles que no cumplan con los objetivos marcados, pero no "las financieras, ni las aseguradoras, ni las energéticas ni los distribuidores", cuando se necesita la "corresponsabilidad" de estos sectores. Previsiones de cierre de 2024
En el tradicional encuentro con la prensa previo a la Navidad se han conocido, asimismo, las previsiones para un 2024 que el mercado de turismos cerrará con alrededor de un millón de unidades matriculadas, un 5 % más en comparativa interanual.
Para Anfac, esta barrera podría superarse, aunque dependerá de los últimos días, tras un inicio de diciembre en positivo. Se trata de una cifra que no se superaba desde 2019, último ejercicio previo a la pandemia, cuando se matricularon 1,26 millones de unidades.
En cuanto a las ventas de comerciales, se espera que alcancen las 166.000 unidades, y que el de industriales supere las 32.000 unidades. En ambos casos, se mejoraría un 12 y un 8 %, respectivamente. Por último, los autobuses y microbuses crecerán un 19 %, gracias a una previsión de 4.500 unidades.
La producción de vehículos, por su parte, acabará con cifras similares a las registradas en el año anterior, con un total que rondará los 2,4 millones de unidades ensambladas.
La baja demanda en los mercados europeos y español, propiciada en parte por mensajes contrarios al uso del vehículo privado, junto con las repercusiones en la cadena logística debido a tensiones geopolíticas y los reajustes en las plantas por la introducción de nuevos modelos, han influido en este estancamiento.