La situación económica de Alemania se enfrenta a desafíos mientras los principales institutos económicos del país se preparan para ajustar su pronóstico del PIB para todo el año 2024, anticipando una contracción del 0,1%. Este ajuste marcaría un segundo año consecutivo de contracción económica para la mayor economía de Europa.
El sector manufacturero alemán está experimentando una profunda contracción, con los índices S&P Global y la encuesta Ifo indicando importantes caídas. El índice S&P Global, que abarca tanto el sector fabril como el de servicios, reportó en septiembre la caída más pronunciada en siete meses. Mientras tanto, el índice de manufactura Ifo se ha desplomado a su punto más bajo desde los confinamientos por la pandemia de COVID-19 en junio de 2020.
La caída en la economía alemana se atribuye a varios factores, incluyendo los choques energéticos relacionados con Ucrania, el aumento de la competencia de China en el sector automotriz, las dificultades en la transición hacia vehículos eléctricos y el endurecimiento de las condiciones de préstamo. Un economista de ING describió la situación como "un largo paseo por el bulevar de los sueños rotos".
Las encuestas empresariales de Alemania en septiembre han señalado una recaída en la economía, influenciada en gran medida por el desempeño de China, que es el mayor socio comercial de Alemania. Ambas naciones intercambiaron un cuarto de billón de euros en importaciones y exportaciones el año pasado.
El Banco Central Europeo (BCE) ha tomado medidas de apoyo, con dos recortes de tipos de interés este año. Sin embargo, estos recortes han sido más conservadores en comparación con el recorte más agresivo de la Reserva Federal la semana pasada, y parece haber cierta vacilación dentro del BCE respecto al ritmo de futuras reducciones.
A pesar de los desafíos económicos, los indicadores del mercado alemán no han reflejado los problemas subyacentes, con las acciones blue-chip alemanas alcanzando máximos históricos la semana pasada. El euro también se ha acercado a sus mejores niveles en dos años frente al dólar, lo cual, aunque positivo en algunos aspectos, no favorece a los exportadores alemanes que ya están en apuros.
La ampliación de los diferenciales de crédito en los bonos de alto rendimiento indica una creciente preocupación por un posible "aterrizaje forzoso" de la economía. Estos diferenciales reflejan las primas de riesgo de los bonos y están influenciados por los recortes de tipos de interés, el desempeño de las ganancias y los temores de impagos inducidos por la recesión. Sin embargo, los diferenciales de los bonos basura en euros están cerca de sus niveles más estrechos desde la invasión de Ucrania y el endurecimiento del BCE a principios de 2022.
El sector automotriz sigue siendo una preocupación significativa, ya que representa una parte considerable del PIB de la Unión Europea, particularmente en Alemania. El equipo de crédito de BlackRock ha destacado la representación del sector en el índice de deuda de grado de inversión Bloomberg Pan-European y su desempeño como uno de los peores este mes y en el trimestre actual.
El equipo de crédito europeo de JPMorgan ha mantenido una posición infraponderada en el sector automotriz durante todo el año, citando desafíos como la competencia de rivales chinos de menor costo y problemas energéticos.
Las dificultades de la industria automotriz se ejemplificaron con el plan de Volkswagen (ETR:VOWG_p) de cerrar fábricas en Alemania y una advertencia de beneficios de BMW (ETR:BMWG) que llevó a una caída en el precio de sus acciones. Ambas empresas atribuyeron sus desafíos a la competencia china y al aumento de los costos laborales y energéticos.
El índice de acciones STOXX 600 Autos and Parts ha quedado rezagado respecto al mercado más amplio en aproximadamente un 15% este año, reflejando las dificultades del sector.
Aunque las recientes medidas de estímulo de China proporcionaron un impulso temporal a las acciones automotrices alemanas el martes, las continuas tensiones comerciales globales y las próximas elecciones en Estados Unidos sugieren que es poco probable que los desafíos industriales que enfrenta Alemania se alivien en el futuro cercano.
Reuters contribuyó a este artículo.
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