El fabricante de chips ASML (AS:ASML) ha experimentado un año turbulento en 2024 debido a una demanda más reducida de lo esperado en la industria de semiconductores y por las tensiones geopolíticas en curso.
El precio de las acciones de la empresa neerlandesa se mantiene estable en lo que va de año, pese a que su expectativa de crecimiento (50%) no se correspondió con los resultados reales (45%). La compañía perdió su posición como la tecnológica más grande de Europa a manos de SAP (NYSE:SAP) tras unos decepcionantes resultados en el tercer trimestre. Sin embargo, hay señales de que ASML podría experimentar una aceleración en el crecimiento de sus ventas en 2025, impulsada por el aumento del gasto en semiconductores y su posición dominante dentro de la industria.
Se espera que en 2025 las ventas de la compañía se muevan entre los 30.000 y los 35.000 millones de euros; una aceleración del crecimiento de entre el 7% y el 25%. ASML ocupa una posición de liderazgo en el mercado: entre sus clientes se incluyen importantes fabricantes de chips como la taiwanesa TSMC, Samsung (KS:005930) e Intel (NASDAQ:INTC).
La industria de semiconductores experimentó un estancamiento en 2022 y 2023, seguido de una lenta recuperación en 2024. Sin embargo, algunos analistas esperan que las ventas de equipos de semiconductores se aceleren y aumenten a 116,2 mil millones de euros en 2025, un aumento del 7% de lo proyectado en 2024. El gasto puede seguir creciendo hasta los 133,5 mil millones en 2026.
Un impacto "limitado" por la incipiente guerra comercial
En diciembre, EE. UU. impuso restricciones adicionales a la exportación de chips a China. Sin embargo, ASML quedó exenta de estas medidas y mantuvo su previsión para 2025, al tiempo que redujo la contribución de China a su negocio en un 20%. "No esperamos ningún impacto material directo en nuestro negocio", afirma la empresa en respuesta a las nuevas normas estadounidenses.
Las acciones de ASML han subido un 3% desde el anuncio de sus previsiones a principios de diciembre, pasando de 613 a 688 euros al cierre del año.