París, 30 jun (.).- La ministra española de Economía, Nadia Calviño, defendió este jueves el refuerzo de la "autonomía estratégica" europea para hacer frente a las turbulencias económicas actuales, que están generando problemas en la cadena de aprovisionamiento.
"La agenda europea es nuestro faro en este mar de vientos contrarios", subrayó Calviño en una intervención por vídeo en una conferencia sobre la productividad y la competitividad, organizada en París por France Stratégies, un organismo de análisis vinculado al Gobierno francés.
Para la vicepresidenta primera del Gobierno español, la unidad de los europeos "es la única forma" de afrontar los desafíos de la situación actual.
Explicó que de cara a la transición energética y al reto del cambio climático "Europa debe estar en primera línea", y eso pasa en particular por llevar a cabo reformas en las economías que las hagan más flexibles.
Citó algunos de los proyectos estratégicos en los que está embarcado su gobierno, para desarrollar los circuitos electrónicos, los semiconductores, la actividad agroalimentaria, el hidrógeno verde o la economía circular.
El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, que también intervino por videoconferencia, indicó que aunque las consecuencias de la invasión de Ucrania están muy presentes en las economías de los países europeos, no hay que perder de vista los desafíos a largo plazo.
Explicó que la fuerte dependencia de la Unión Europea (UE) de las importaciones energéticas rusas implica que va a sufrir más los efectos de esa guerra que otras partes del mundo, y por eso resulta más crucial ponerse en la vía de un crecimiento sostenible.
La economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Laurence Boone, analizó, por su parte, algunos de los factores que explican la pérdida de competitividad relativa de los Veintisiete.
Subrayó el retraso de la UE en las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) haciendo notar que solo 6 de las 100 grandes grupos tecnológicos son europeos, frente a los 70 que son estadounidenses.
Unas cifras que reflejan para Boone las pocas inversiones europeas en las TIC, que representan únicamente un tercio de las de Estados Unidos.