Fráncfort (Alemania), 5 sep (.).- El Consejo de Estabilidad Financiera (FSB por sus siglas en inglés) advierte a los países del G20 de que los tipos de interés más elevados pueden reducir la capacidad de los prestatarios de devolver sus deudas.
En dos cartas enviadas a los líderes de los países del G20, publicadas este martes, el presidente del FSB, Klaas Knot, dice que es necesario afrontar los riesgos para la estabilidad financiera asociados con el apalancamiento del sector de intermediación financiera no bancaria.
"Tipos de interés más elevados, que han sido necesarios para afrontar la inflación, junto con unas perspectivas de debilitamiento económico podrían perjudicar la capacidad de los prestatarios de servir niveles de deuda históricamente elevados", según Knot, que es el presidente del banco central holandés De Nederlandsche Bank.
Knot insta en una de las cartas a los líderes del G20, que se reúnen el próximo fin de semana en Nueva Delhi, a observar con atención "la calidad de los activos en aquellos sectores más sensibles a los tipos de interés más elevados, como el sector inmobiliario"
Asimismo Knot muestra preocupación por el apalancamiento, que consiste en endeudarse para invertir, en el sector de intermediación financiera no bancaria.
"Las turbulencias en el sector bancario de marzo constituyeron una prueba de las reformas financieras aplicadas después de la crisis de 2008", apostilla Knot.
Estas turbulencias pusieron de manifiesto los problemas de bancos concretos por una gestión de riesgos de liquidez y de tipos de interés y una gobernanza deficientes.
También reforzaron la necesidad de que la supervisión a los bancos sea fuerte y efectiva.
Las turbulencias financieras se produjeron tras el colapso de los bancos estadounidenses Silicon Valley Bank y Signature Bank y la adquisición del suizo Credit Suisse (SIX:CSGN) por el UBS (SIX:UBSG), que fue organizada de forma estatal.
El FSB considera que la normativa de resolución internacional de bancos establecida tras la crisis financiera de 2008 es adecuada, pero observa que son necesarias mejoras en la implementación.
Por ello publicará próximamente un informe sobre las lecciones preliminares aprendidas para la resolución de bancos y las prioridades políticas.
El FSB ya mandó en julio a los países del G20, grupo en el que están representadas las economías más avanzadas del mundo y las emergentes como China, India, Brasil y Rusia, las recomendaciones finales para la regulación, supervisión y vigilancia de los criptoactivos y criptomercados y de las criptomonedas estables y ahora vigila que estas recomendaciones se implementen en todo el mundo.
También destaca ahora que la digitalización ha hecho que el sistema financiero esté conectado de forma global y por ello un incidente en un banco o en uno de sus proveedores de servicios se puede contagiar a otros países o sectores.
En otra carta, Knot destaca la necesidad de apoyo político y de esfuerzos de los sectores públicos y privados para cumplir antes de 2027 los objetivos del G20 de que los pagos transfronterizos sean más baratos, más rápidos, más inclusivos y más transparentes.
El FSB, cuya sede está en la ciudad suiza de Basilea, se creó en la reunión del G20 en Londres en 2009 por la crisis financiera y vela desde entonces por la estabilidad financiera.