Por Jan Strupczewski
BRUSELAS, 16 ene (Reuters) - Francia quiere que la Unión Europea adopte una estrategia industrial "Hecho en Europa" en respuesta al plan estadounidense de subvenciones a la inversión ecológica, para evitar que las empresas industriales abandonen Europa y reducir la dependencia de sus miembros de proveedores fuera del bloque.
Los líderes de los 27 países de la UE debatirán esta política industrial en una cumbre que se celebrará el 9 y 10 de febrero en Bruselas, preocupados por la posibilidad de que la Ley de Reducción de la Inflación de Washington, que subvenciona con 369.000 millones de dólares productos que van desde baterías a coches eléctricos, pasando por paneles solares y turbinas eólicas, aleje a las empresas de la UE.
"La puesta en marcha de una política industrial europea ambiciosa y sólida es, por tanto, esencial hoy en día. Las autoridades francesas proponen que adopte la forma de una estrategia 'Hecho en Europa'", afirma Francia en un documento visto por Reuters.
Los líderes de la UE acordaron en marzo, justo después de la invasión rusa de Ucrania que disparó los precios de la energía, que Europa debía reducir su dependencia de proveedores externos de energía, materias primas críticas, semiconductores, medicamentos y alimentos.
El documento francés pedía medidas urgentes, en particular para retener en Europa a las empresas dedicadas a los paneles solares, las baterías, el hidrógeno y las materias primas críticas, y señalaba que la estrategia "Hecho en Europa" debía basarse en cuatro pilares.
El primero serían los objetivos de la UE para reducir la dependencia de proveedores externos y fijar metas de producción para 2030 en sectores clave que estarían regulados por leyes comunitarias, como hizo el bloque para los semiconductores con la Ley de Chips.
La UE también tendría que simplificar y acelerar la concesión de permisos para la instalación de nuevos centros de producción y revisar su mercado energético para garantizar que las industrias europeas tengan acceso a una energía asequible, según el documento.
El segundo consistiría en modificar urgentemente las normas de la UE sobre la asistencia que los gobiernos pueden prestar a las empresas, de modo que las ayudas estatales de emergencia a las compañías, ya permitidas en el marco de la pandemia COVID-19, pudieran continuar para sectores concretos de forma temporal.
El tercer pilar debería ser la financiación de la UE para los sectores sensibles, lo que ayudaría a igualar el desigual poder fiscal de apoyo a las industrias entre los países de la UE.
París también propuso crear un "fondo de emergencia" que reutilizaría el dinero que la UE ya ha acordado recaudar para otros objetivos, con el fin de ayudar a la UE a invertir en proyectos estratégicos para la industria europea, además de las ayudas estatales nacionales.
Por último, la UE debería crear antes de finales de 2023 un nuevo "fondo de soberanía", que tomaría el relevo del fondo de emergencia para centrarse en sectores sensibles.
El último pilar de la estrategia sería una política comercial plenamente movilizada, que incluya los recientes instrumentos de defensa comercial, según el documento.
(Reporte de Jan Strupczewski; Editado en Español por Ricardo Figueroa)