Por Marcela Ayres y Bernardo Caram
BRASILIA, 17 ago (Reuters) - El gobierno de Brasil pretende crear un mercado de carbono regulado con límites de emisiones para las grandes empresas y protección para las comunidades indígenas que participen en actividades de compensación de emisiones, dijo un funcionario.
La propuesta esbozada por Rafael Dubeux, quien coordina las acciones del plan de "transformación ecológica" del Ministerio de Hacienda, representa uno de los elementos más ambiciosos de la agenda medioambiental del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Lula hizo campaña prometiendo combatir la deforestación ilegal de la selva amazónica, y la destrucción se ha reducido en más de un 40% en sus primeros siete meses de mandato. Ahora, su gobierno se centra en otras fuentes de emisión de gases de efecto invernadero.
La legislación que se presentará este mes en el Congreso estructurará el nuevo mercado del carbono en torno a un límite máximo para las empresas que emitan más de 25.000 toneladas anuales equivalentes de dióxido de carbono, dijo Dubeux en una entrevista el miércoles por la tarde.
El tope afectaría a las empresas petroleras y de gas, así como a los empaquetadores de carne y a los productores de acero, cemento y aluminio, dijo, añadiendo que las empresas afectadas representan sólo el 0,1% de las compañías brasileñas, pero producen casi la mitad de las emisiones.
Una vez aprobada por el Congreso, la normativa exigirá dos años de vigilancia de las emisiones antes de que entre en vigor el límite. En ese momento, las empresas que reduzcan sus emisiones más deprisa de lo exigido podrán generar créditos para intercambiarlos con las que tengan dificultades para mantener el ritmo.
Las compañías también podrían compensar sus emisiones con créditos generados en proyectos de reforestación, explicó Dubeux.
Los proyectos de reforestación y conservación de Brasil ya ofrecen a las firmas una forma de compensar voluntariamente sus emisiones. Pero, según Dubeux, la falta de regulación ha abierto el camino a "cowboys del carbono" irresponsables que se aprovechan de algunos participantes.
Por ejemplo, algunos desarrolladores se han dirigido a comunidades indígenas con contratos injustos que ofrecen pagos exiguos. La legislación propuesta establecería criterios para tales acuerdos, garantizando un amplio consenso y condiciones equitativas para las comunidades indígenas implicadas.
Lula ha presentado el amplio plan de transición ecológica como una de las piezas centrales de su tercer mandato no consecutivo. Como parte del plan, los fondos de los primeros bonos soberanos sostenibles de Brasil, previstos para este año, se destinarán principalmente al Fondo Climático supervisado por el banco estatal de desarrollo BNDES, según Dubeux.
El plan incluye una revisión de los incentivos fiscales y nuevos impuestos sobre los productos ecológicamente perjudiciales. El Gobierno también pretende estimular el desarrollo regional, incluida la producción de equipos de energía eólica en el noreste.
(Reporte de Marcela Ayres y Bernardo Caram, Editado en Español por Manuel Farías)