Bangkok, 7 feb (.).- El banco central de Laos comienza este martes a poner a prueba una divisa digital con ayuda de una empresa japonesa de tecnología blockchain, con el objetivo de facilitar el acceso de la población de uno de los países más pobres del sudeste asiático a los servicios financieros.
El banco central de Laos y la empresa con sede en Tokio Soramitsu firmaron la víspera un memorando de entendimiento para poner en marcha a partir de hoy la divisa digital nacional (CBDC, Central Bank Digital Currency, por sus siglas en inglés), según publica el medio nipón Nikkei Asia.
La divisa será distribuida a los clientes en los bancos comerciales y podrá ser utilizada como medio de pago en comercios del país, además de ser transferida a través del escaneo de códigos QR por medio de teléfonos móviles, sin necesidad de cuenta bancaria.
De este modo, Laos busca hacer los servicios financieros más accesibles para la población, en un país en el que alrededor del 70 por ciento de sus cerca de 7,5 millones de habitantes no tiene cuenta bancaria, señala el medio japonés.
La nación, entre las más pobres del sudeste asiático, también explorará las transacciones digitales con Camboya, país al que Soramitsu, apunta Nikkei, ya ayudó a lanzar su divisa digital -llamada Bakong- en octubre de 2020.
El banco central de Laos, añade este medio, utilizará una versión modificada del sistema empleado en Camboya para generar su divisa digital, con cada vez más países de la región apostando por las CBDC.
Las CBDC comparten con las criptomonedas la tecnología blockchain pero difieren en su esencia: mientras las primeras son descentralizadas y el usuario preserva su anonimato, las segundas son emitidas y reguladas por una autoridad central como bancos y reservas federales.
Otros países de la zona que exploran los beneficios de digitalizar la divisa nacional, permitiendo mantener un mayor control sobre sus políticas monetarias, pero también sobre las transacciones de sus ciudadanos, son Vietnam, Filipinas, Tailandia, y Singapur.
Asia se ha convertido en un laboratorio mundial donde se investiga cómo adaptar y regular el uso del dinero digital en sus diversas formas, con algunos países, como China, apostando por las CBDC en detrimento de las criptomonedas, en declive tras lo ocurrido con FTX, una de las principales plataformas hasta su desplome.
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