Por Nuha Sharaf
JERUSALÉN, 4 may (Reuters) - El fuego giraba desde el bastón de un intérprete enmascarado que recorría las calles de Jerusalén Oriental durante el Ramadán ante los aplausos de niños y padres que lo miraban desde los balcones.
En un costado de la camioneta decía "Quédate en tu casa. El Ramadán lo merece".
El temor al coronavirus ha afectado el ánimo del mes sagrado en Jerusalén, al igual que en otros lugares, lo que llevó a los musulmanes a repensar sus tradiciones y a buscar nuevos enfoques a los rituales sociales y religiosos.
En medio de las restricciones al movimiento, bloqueos parciales y la suspensión de las oraciones públicas en las mezquitas, incluyendo la mezquita de Al-Aqsa y el Domo de la Roca, el grupo de jóvenes Al-Baha se dio cuenta de que había pocas posibilidades de que las audiencias volvieran pronto a sus espectáculos sociales y culturales.
Así que este año, cada noche después del iftar (cena en la que se rompe el ayuno diario durante el mes del Ramadán), toman su automóvil iluminado con linternas y conducen por las calles de vecindarios de Jerusalén Oriental, como Sheikh Jarrah, con músicos interpretando y cantando canciones de Ramadán.
"Estar con la gente y llevarles felicidad es una alegría para mí", dijo Wael Abu Saloum, un músico y artista de 40 años.
Algunos espectadores usaron máscaras. La mayoría permaneció cerca de las puertas, pero los niños corrieron junto al coche y algunas familias lo siguieron en sus vehículos mientras la procesión recorría calles internas de la ciudad.
"Es muy hermoso lo que están haciendo", dijo Abed al-Karaki, de 29 años, en el vecindario de Beit Hanina. "Por dos meses todos los niños y niñas habían tenido que quedarse en casa desde lo que pasó con el coronavirus", agregó.
(Información de Nuha Sharaf y Stephen Farrell; editado en español por Lucila Sigal)