San José, 21 abr (EFE).- Un grupo de ambientalistas
costarricenses convirtió hoy una céntrica rotonda de San José en una
figurada mina a cielo abierto, para protestar en contra de la
aprobación de un polémico proyecto minero de oro en la zona norte
del país.
Como una manera de denunciar la destrucción que significaría la
minería metálica a cielo abierto en Costa Rica, una veintena de
activistas decidieron construir con música, disfraces, picos y palas
un simulacro de mina en plena vía pública y entregar volantes con
información sobre las consecuencias de esta actividad.
El objetivo, según los organizadores, era llamar la atención de
la población para que se sume a una gran manifestación convocada
para mañana, en coincidencia con el Día de la Tierra, en contra del
proyecto minero Las Crucitas.
Fabián Pacheco, uno de los organizadores de la particular
protesta, explicó a Efe que esta acción es parte de "la lucha contra
la minería para denunciar las mediocridades técnicas con las que se
le da viabilidad legal al proyecto de Crucitas".
"Ante esto decidimos hacer una mina de oro a cielo abierto aquí
en la rotonda para que los ciudadanos tengan idea del desastre que
esto implica en un área con ecosistemas complejos y frágiles que no
pueden ser reemplazados", expresó.
Según Pacheco, la actividad de hoy también se hizo con el
objetivo de hacer "un vehemente llamando a (la presidenta electa)
Laura Chinchilla para que haga un decreto presidencial para prohibir
la minería".
"Le pedimos que defienda el interés público del país por encima
del privado de las trasnacionales. El decir no a la minería a cielo
abierto es una decisión política que el país quiere tomar", afirmó.
Chinchilla anunció el pasado lunes que una de las primeras
acciones de su Gobierno, que inicia el próximo 8 de mayo, será
precisamente decretar una moratoria a la minería metálica a cielo
abierto en el país.
La semana anterior la Sala Constitucional rechazó varios recursos
de amparo en contra de la operación de la mina Crucitas, por lo que
grupos ambientalistas y civiles anunciaron medidas para tratar de
evitar la construcción de la mina.
Las Crucitas es un proyecto a cargo de la empresa industrias
Infinito, cuya casa matriz es la canadiense Vanessa Ventures.
La mina ha recibido todos los permisos del Gobierno y pretende
extraer 700.000 onzas de oro (19,8 toneladas) en diez años,
valoradas en unos 800 millones de dólares, lo cual talará 192
hectáreas de bosque. EFE
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