Laura Barros
Bogotá, 7 nov (EFE).- Colombia, que acumula 20 años de éxitos económicos, se encuentra ahora ante el reto de innovar para continuar por la senda del crecimiento, advirtió el experto estadounidense Stace Lindsay, quien asesoró a inicios de los años noventa del siglo pasado a este país en el proceso de apertura.
"El reto es innovar, ser creativos, ser destructivos de su propio modelo de éxito", expresó Lindsay en una entrevista con Colombia.inn, agencia operada por Efe, al advertir de que continuar con "la receta de éxito del pasado" es el certificado de defunción de las empresas.
Lindsay y Michael Fairbanks, autores del libro "Arando en el mar", llevaron a cabo una investigación durante el Gobierno del presidente César Gaviria (1990-1994), impulsor de la apertura económica colombiana, y sus recomendaciones, presentadas hace ahora 20 años, fueron clave para el despegue del sector privado.
Hoy, Lindsay recordó que en aquellos años "había mucha violencia", era la época en la que el narcotraficante Pablo Escobar impuso su ley y el país estaba paralizado.
Entonces, las empresas buscaban cómo sobrevivir y enfrentar los cambios económicos, pero no pensaban en invertir en capital humano ni miraban oportunidades a largo plazo.
En 1993 el producto interior bruto (PIB) de Colombia sumaba 55.807 millones de dólares, con un crecimiento de 5,4 % y una población de 33,1 millones de habitantes.
Frente a aquella situación, Lindsay y Fairbanks propusieron dejar de "depender de ventajas comparativas como mano de obra barata y acceso a capital subsidiado", así como de las "exportaciones de materias primas básicas" sin valor agregado.
"Fue un gran desafío para la industria y 20 años después Colombia ha crecido bastante", afirmó Lindsay, al analizar el escenario actual del país, cuyo PIB alcanzó en 2012 los 369.800 millones de dólares con una población de 47,7 millones de habitantes.
Advirtió además de que "con el éxito de las empresas y la economía viene otro peligro", el de tratar de preservar el modelo que llevó al triunfo y que ya no sirve.
Ahora el desafío, apuntó, es "reinventar, pensar de nuevo en oportunidades, en otro estilo de negocios, más ágil, más rápido", y defendió la necesidad de asumir "un proceso de destrucción creativa".
A modo de balance, opinó que en estas dos décadas hay "unas cuentas buenas y unas cuentas malas" para las empresas en Colombia.
Por ejemplo, el sector del cuero es un caso "muy exitoso" por haber creado marcas propias, exportado productos sofisticados y marcar una diferencia en los mercados internacionales.
Lo contrario ha ocurrido con el sector floricultor, que, a su juicio, no ha prosperado porque su competitividad sigue basada en el "tipo de cambio, mano de obra barata y productos no muy sofisticados".
Lindsay recomienda ahora a las empresas colombianas emprender mediante la creación de nuevos negocios o spin-off.
"Hay oportunidades de innovación en cualquier sector: innovación de procesos, innovación de productos, innovación usando tecnologías de manera diferente, innovación en modelos de negocios", detalló.
Y la innovación, en palabras del experto, también debe tocar las puertas del Estado para "reinventar el rol o la manera" en que provee los servicios a sus ciudadanos.
En el ámbito empresarial, resaltó como un gran cambio el surgimiento de las llamadas "empresas multinacionales latinas".
"Los colombianos siempre han sido innovadores, siempre han sido soñadores y hay un subgrupo que está creando empresas grandes internacionales con sede en Colombia y que pueden competir en cualquier parte del mundo", remarcó Lindsay, quien invitó además a repartir la riqueza.
El experto estadounidense en estrategia, competitividad y liderazgo hizo ese análisis con motivo de una visita a Bogotá, en coincidencia con la presentación este jueves del Informe Nacional de Competitividad. EFE
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