Bruselas, 14 sep (EFE).- El presidente de la región belga de
Flandes, Kris Peeters, aseguró hoy que la Comisión Europea se ha
comprometido a tener en cuenta los "criterios económicos" en las
ayudas públicas al proceso de venta de Opel.
"Creo que el comisario (Günter) Verheugen -responsable de
Industria- comparte nuestra visión de que sólo pueden tenerse en
cuenta los criterios económicos. La CE no aceptará que los
parámetros políticos tengan prioridad", señaló Peeters al término de
una reunión con el responsable comunitario.
La Comisión Europea, por su parte, afirmó que el plan de
reestructuración de General Motors Europa "debe ser sólido desde el
punto de vista económico" y respetar las reglas de mercado interior
y de ayudas de estado, según declaró en rueda de prensa un portavoz
comunitario.
Peeters, que esta tarde se reunirá con los sindicatos del sector,
dijo en declaraciones tras su reunión con el comisario que está
convencido de que los aspectos económicos son más favorables en la
fábrica de Amberes (Bélgica) que en las plantas de Alemania.
Una versión que ha defendido el diario alemán Der Spiegel en un
artículo en el que asegura que la fábrica de Amberes es más rentable
que la de Bochum (Alemania), una información que la CE niega poseer.
General Motors anunció la semana pasada la venta del 55% de su
filial europea al fabricante de recambios Magna, y también que la
fábrica de Opel en Amberes sería cerrada progresivamente.
El Ejecutivo comunitario se limitó hoy a recordar que los
términos del acuerdo para la venta de Opel aún no ha sido cerrados y
que están a la espera de que las autoridades alemanas les faciliten
información, algo que podría producirse en las próximas dos semanas.
Verheugen en su encuentro con Peeters, calificado de "informativo
y constructivo" por Bruselas, subrayó que la CE "es neutral" en este
proceso y que una vez dispongan de la información estudiarán la
"viabilidad a largo plazo de GM Europa".
Asimismo, la Comisión recordó que vigilará que las ayudas
públicas que puedan acordar los países con fábricas de Opel no estén
condicionadas al mantenimiento de la producción en sus territorios.
La planta de Amberes tiene 2.600 trabajadores, pero su cierre
supondría la pérdida de entre 4.000 y 5.000 puestos de trabajo
directos e indirectos, según la federación de empresas tecnológicas
Agoria.
El anunció de GM de que cerraría esa factoría mientras que no hay
anuncios sobre las plantas alemanas hizo que el viceprimer ministro
belga y titular de Finanzas, Didier Reynders, pidiera el pasado
viernes una investigación de la CE por posible proteccionismo
alemán. EFE