Saint Andrews (R.Unido), 7 nov (EFE).- El presidente del Banco
Central de Brasil, Henrique Meirelles, se distanció hoy en Escocia
de la propuesta hecha por el Reino Unido de aplicar una tasa a las
transacciones internacionales de capital para garantizar la
financiación en caso de futuras crisis.
Al término de la reunión en Saint Andrews de los ministros de
Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del Grupo de los 20
(G-20, economías ricas y emergentes), aseguró que la medida no había
sido debatida en absoluto y era sólo "una propuesta más".
El presidente del banco emisor dijo entender que los Estados que
habían tenido que intervenir para rescatar sus sistemas financieros
se estén planteando fórmulas para compensar la aportación de dinero
público, pero insistió en que eso no había sido tema de debate en
esta reunión del G-20.
En todo caso, precisó, Brasil ya tiene su propio sistema de
protección ante una caída del sistema, ya que los bancos contribuyen
a un Fondo de Garantía de Crédito.
Según Meirelles, el asunto principal del tercer encuentro de los
ministros de Economía y Finanzas del G-20, el último del año, fue
establecer un marco de actuación para implementar medidas que
garanticen "un crecimiento sostenible y equilibrado".
Dentro de ese marco, adelantado por el ministro británico de
Economía, Alistair Darling, está previsto que todos los países del
Grupo de los 20 entreguen para enero un informe sobre sus políticas
económicas y proyecciones futuras de crecimiento, que será auditado
por el Fondo Monetario Internacional (FMI) teniendo en cuenta los
objetivos del G-20.
Sobre este punto, Meirelles dijo que se trataba de un "calendario
apretado", pero la intención es que el FMI emita un informe en abril
con recomendaciones para la próxima reunión, en junio, de los jefes
de Estado y de Gobierno.
Cuando se tenga esa información sobre cada país, apuntó el
presidente, podrán analizarse otros asuntos pendientes como la
disminución de los flujos de capital a los países emergentes que
provocó la crisis crediticia y la cuestión de la devaluación del
dólar, que, en el caso de Brasil, ha causado la sobrevaloración del
real.
También se podrá analizar otro tema que preocupa, el
desequilibrio que se crea de cara a la recuperación económica por
los países que, como China, son exportadores y los que, como Estados
Unidos, son básicamente consumidores.
En una conferencia de prensa en la que no participó el ministro
de Hacienda, Guido Mántega -que debió marcharse antes-, Meirelles se
mostró de acuerdo con uno de los principios subrayados en la reunión
escocesa, que los estímulos fiscales y económicos deben mantenerse
"hasta que sea necesario".
En cuanto a la financiación de la lucha contra el cambio
climático, el presidente del Banco Central reconoció que no hubo
consenso entre los países -"en toda discusión hay siempre más de una
opinión", opinó-, y afirmó que aún hay tiempo de acercar posiciones
de cara a Copenhague. EFE