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Rafa Caballero
Ginebra, 14 sep (EFE).- Los aumentos de sueldo ligados a la
productividad estimulan una demanda interna que a su vez promueve la
creación de puestos de trabajo, lo que rebate la tesis de que un
alto desempleo obedezca a un rígido mercado laboral que impide bajar
salarios.
Así lo estima la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio
y el Desarrollo (UNCTAD), en su informe para este año divulgado hoy,
donde incide en que "la expectativa de una demanda creciente es lo
que impulsa la inversión en la capacidad de producción".
El vínculo de las alzas salariales al rendimiento también permite
que la demanda crezca más que el potencial de la oferta, además de
allanar el camino para una política monetaria que favorezca la
inversión, considera el estudio.
Precisamente, una política monetaria "favorable al empleo"
mantendría bajos los costes del crédito para las inversiones en
capital fijo y protegería la competitividad internacionales de las
empresas nacionales, al impedir la apreciación de la moneda.
En suma, la atribución de "las persistentes y elevadas tasas de
desempleo" a la rigidez del mercado laboral -que impide una bajada
de salarios- se basa en un concepto microecónomico que olvida el
"importante papel" macroecónomico de las subidas de sueldo.
"Una estrategia para la rápida generación de empleo consistiría
en asegurarse de que los consiguientes aumentos de la productividad
se distribuyeran entre el trabajo y el capital, de tal manera que
fomentasen la demanda interna", sugirió el secretario general de la
UNCTAD, Supachai Panitchpakdi, al presentar el informe.
Para ello, el informe de esta agencia de Naciones Unidas aboga
por el fomento de instituciones que garanticen que los ingresos
reales de los trabajadores se incrementen a la par del aumento medio
de la productividad.
Igualmente, la UNCTAD pide a los países que pongan un "mayor
empeño" en crear un círculo virtuoso en el que la elevada inversión
en capital fijo daría lugar a un aumento más rápido de la
productividad, con las consiguientes subidas salariales.
Estas alzas de sueldos, a juicio del citado informe,
"posibilitarían una expansión constante de la demanda interna y, por
ende, del empleo".
Al respecto, Supachai matizó que "el fomento de la demanda
interna como motor de la creación de empleo y una menor dependencia
de las exportaciones no deberían considerarse un retroceso en el
proceso de integración en la economía mundial".
Para este organismo de la ONU, la creación de empleo y la
reducción de la pobreza deberían basarse en una "combinación
equilibrada" de demanda interna y demanda externa.
"El objetivo de que las exportaciones impulsen el crecimiento
encontrará dificultades cada vez mayores una vez que en EEUU se ha
terminado el repunte del consumo financiado a base de
endeudamiento", recalca.
Así, ve "poco probable" que EEUU vuelva a ser "la locomotora de
la demanda mundial", una situación que tampoco podrá asumir China,
donde el consumo de los hogares sólo supone todavía la octava parte
del estadounidense, recuerda la UNCTAD.
En el gigante asiático, la estructura de ese consumo favorece los
bienes de producción nacional, lo que hace que China "diste mucho de
poder convertirse en el impulsor único del crecimiento mundial", de
acuerdo con el estudio.
"La competencia entre exportadores basada en la contención de los
costos laborales provoca una carrera de igualación de los salarios a
la baja, contraproducente para la reducción de la pobreza y la
creación de puestos de trabajo", alerta.
Y cree que "la clave para lograr un reequilibrio mundial
consistiría en efectuar un ajuste expansivo con mayores excedentes,
como Alemania y Japón, que disponen de un margen considerable para
aumentar el consumo de los hogares mediante subidas salariales".
Sin embargo, lamenta que la recuperación económica en esos países
no se haya impulsado por una expansión de la demanda interna, sino
que "la fuerza motriz de su repunte ha sido el fuerte crecimiento de
las exportaciones, como ocurría antes de la crisis". EFE
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