Andrés Sánchez Braun
Tokio, 20 dic (EFE).- El Banco de Japón anunció hoy una nueva inyección de liquidez por unos 90.000 millones de euros con el objetivo de impulsar la economía nipona, en su primera reunión tras los comicios generales que dieron la victoria al conservador Shinzo Abe.
Se trata de la cuarta ampliación que el emisor nipón realiza este año en su programa de compra de activos, actualmente su principal herramienta de flexibilización monetaria, puesto que los tipos de interés ya se mantienen en el bajísimo nivel de entre el 0 y el 0,1 por ciento desde octubre de 2010.
Al incremento de hoy, por valor de 10 billones de yenes (89.767 millones de euros), se suman otros dos por un monto similar realizados en abril y septiembre, y un tercero por 11 billones de yenes (98.744 millones de euros) activado en octubre.
Esto deja el volumen total del programa en 101 billones de yenes (816.831 millones de euros).
La entidad anunció esta medida al término de su reunión mensual de dos días, en la que advirtió además de que la economía nipona seguirá sufriendo cierta debilidad por un tiempo en medio de "un alto grado" de incertidumbre.
Esta tesitura responde, según el Banco de Japón, a la situación en Europa y también en EEUU, donde la clase política está enfrascada en la desactivación contrarreloj de su inminente "precipicio fiscal", que implicaría una subida de impuestos y un fuerte recorte del gasto público en la primera economía mundial en 2013.
En su informe mensual, el BOJ advirtió de que también influye el reciente empeoramiento de los lazos con China, primer socio comercial de Japón, que ha perjudicado los resultados de las empresas niponas, en especial los del sector manufacturero.
El instituto emisor desveló además algunos detalles de su mecanismo para estimular los préstamos a instituciones financieras, que podrían sumar los 15 billones de yenes (135.061 millones de euros) hasta el 31 de marzo de 2014, fecha en que concluye el próximo ejercicio fiscal nipón.
Las medidas de estímulo anunciadas hoy eran ampliamente esperadas por los inversores, por lo que la Bolsa de Tokio apenas reaccionó y el Nikkei retrocedió más de un 1 por ciento por la recogida de beneficios.
La reunión mensual del Banco de Japón se celebró en medio de la expectación del mercado después de que ayer el conservador Shinzo Abe -que será investido primer ministro el día 26 tras arrasar en las elecciones del domingo- instara al gobernador del organismo a tomar medidas más contundentes para aumentar la inflación.
Durante su campaña electoral, Abe, líder del Partido Liberal Demócrata (PLD), prometió fomentar una política monetaria más agresiva y lograr un aumento estable del índice de precios al consumo en torno al 2 por ciento para terminar con la deflación endémica del país.
Hasta ahora el Banco de Japón aspiraba a lograr una inflación de solo el 1 por ciento, pero la presión ejercida por el futuro jefe de Gobierno logró exprimir el compromiso de la entidad de que revisará su meta inflacionista en su próximo encuentro, el 21 y 22 de enero.
Así lo admitió hoy el gobernador del BOJ, Masaaki Shirakawa, que semanas atrás se había mostrado contrario a los pretensiones de Abe.
El líder conservador, por su parte, afirmó hoy que Shirakawa le ha asegurado que el emisor continuará con la activación de "más medidas de flexibilización monetaria".
"Paso a paso, todo lo que hemos prometido en campaña se está materializando", aseguró un confiado Abe, que ha hecho de la economía protagonista de su futuro programa de Gobierno.
El líder conservador, que ya gobernó Japón durante casi un año entre 2006 y 2007, ha prometido reflotar la cuarta economía mundial, que con una contracción de su PIB del 3,5 entre julio y septiembre afronta la sombra de una nueva recesión. EFE
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