Pekín, 24 feb (EFE).- El precio de la propiedad inmobiliaria
muestra signos de estabilidad después de que las medidas
antiespeculación impuestas por Pekín frenaran a los posibles
inversores, informó hoy el diario "South China Morning Post".
Sin embargo, los consultores del sector opinan que la
ralentización de los precios en el último mes no indica una
corrección del valor de la vivienda, ya que los especuladores que
obtuvieron buenos saldos con las numerosas ventas del año pasado no
tienen prisa por recortar los precios.
Según datos de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo de
China (equivalente a un ministerio de fomento), los precios de la
nueva vivienda en 36 ciudades chinas aumentaron en enero un 2,07 por
ciento con respecto a diciembre.
El precio más alto que llegó a pagarse por un metro cuadrado en
enero fue de casi 13.000 yuanes (1.400 euros), con un aumento del
1,15 por ciento.
El elevado precio de la vivienda en China ha alarmado a los
funcionarios del Gobierno y a los prestamistas.
Empresarios como Chen Shuang, director del conglomerado estatal
China Everbright, califican de "aterradora" la burbuja inmobiliaria
que se está formando en lugares como la isla de Hainan (sur),
después de que los precios se dispararan en un 30 por ciento en dos
semanas.
Los analistas aseguran que la ralentización de los precios de
enero es una respuesta a medidas instauradas por el Gobierno, como
el incremento de la oferta, la limitación del crédito y entradas del
40 por ciento para la compra de una segunda vivienda.
La burbuja inmobiliaria china preocupa en todo el mundo, hasta el
punto de que el ex secretario del Tesoro de EEUU Henry Paulson se ha
pronunciado sobre ella: "Creo que China está manejándola. Han
apagado la máquina. Habían bombeado un exceso de billones en
créditos en el mercado. Y eso no se puede hacer".
El año pasado, la inversión en bienes inmuebles aumentó en China
un 75 por ciento hasta unos 644.000 millones de dólares (455.000
millones de euros), según datos oficiales.
Según el regulador bancario chino, un 20 por ciento de los 1,39
billones de dólares que los bancos concedieron en nuevos créditos el
año pasado (el doble que en 2008), favorecidos por las medidas
anticrisis de Pekín, fueron a parar al sector inmobiliario. EFE