Madrid, 21 feb (.).- El Tesoro Público español ha celebrado hoy la última subasta prevista para el mes de febrero, en la que ha conseguido colocar 2.240 millones de euros en letras a tres y nueve meses, que han salido a un interés marginal negativo, aunque menos negativo que en la puja previa del 24 de enero.
De esta manera, aunque España sigue cobrando a los inversores por adquirir este tipo de deuda, lo hace en menor medida.
Y es que del total de los 2.240 millones de euros adjudicados hoy, la mayor parte, 1.630 millones de euros han sido en letras a nueve meses, que se han colocado a un rendimiento marginal del -0,330 %, frente al -0,339 % de la subasta de enero.
Igualmente, otros 610 millones de euros se han vendido en letras a tres meses, que también han salido a un interés del -0,402 %, menos negativo que el -0,471 % aplicado en la puja previa.
No obstante, el apetito inversor por la deuda española sigue siendo muy alto, ya que la demanda ha alcanzado los 7.260 millones de euros.
Así, la ratio de cobertura, que es la diferencia entre lo demandado y lo que finalmente se ha colocado, ha sido muy alta, de 3,2 veces.
Tras la subasta celebrada hoy, el analista de XTB Javier Urones ha destacado que poco a poco, los inversores comienzan a exigir rentabilidades cada vez mayores a los principales países de la zona euro.
"La rebaja en el importe de compras del Banco Central Europeo (BCE) que se ejecutará en los próximos meses tiene bastante culpa de todo ello", ha añadido.
Y es que en las últimas subastas, España ha tenido que elevar casi de forma generalizada, el interés que ofrece por su deuda.
Una situación que según los expertos ha estado también motivada por las tensiones de deuda que ha vivido el mercado ante el miedo que despiertan las elecciones de Francia, donde la ultraderechista Marine Le Pen, partidaria de abandonar la UE, avanza posiciones.
También han impactado las nuevas medidas anunciadas por el presidente de EEUU, Donald Trump, según los mismos expertos, que atribuyeron a todos estos factores el alza que en las últimas semanas había experimentado la prima de riesgo española, por encima de los 140 puntos básicos.
Una cota que se ha ido reduciendo después de que las actas de la última reunión del BCE desvelarán que el organismo está dispuesto a incrementar su programa de compra de deuda si es necesario.
El importe que finalmente ha sido adjudicado en esta última subasta de febrero se ha situado en la parte media del objetivo previsto por el Tesoro, que esperaba colocar entre 2.000 y 3.000 millones de euros.
En total, en todo el mes de febrero, España ha vendido en el mercado más de 16.100 millones de euros.
Solo la semana pasada, España vendió 9.552 millones de euros en deuda a largo plazo y letras a seis y doce meses.
En el caso de las letras, éstas salieron a un interés marginal negativo en mínimos históricos, aunque en el de la deuda a largo plazo, el rendimiento fue mayor que el aplicado con anterioridad.